Tras 10 años, el iPhone obliga a Apple a pensar
En septiembre la empresa dará a conocer la nueva presentación de su dispositivo móvil, con el cual apostará por mayor tecnología en el rubro de seguridad
El décimo aniversario del iPhone es un buen momento para reflexionar sobre el que fue un teléfono revolucionario, aunque solo sea porque Apple no produce otro desde entonces.
El grupo de tecnología de Cupertino le dio un vuelco total al mercado de los smartphones con el original, pero desde entonces se encontró con que sus rivales, sobre todo de Asia, lo rebasaron en innovación tecnológica.
Cuando se toman en cuenta los elogios que recibió Apple esta semana —con toda la razón por tener un tercer trimestre destacado— es fácil olvidar que ya pasó más de un año desde que las ventas del iPhone registraron su primera caída trimestral. Los analistas esperan que la renovación de producto en septiembre sentará la base para el crecimiento de las ventas futuras, un sentimiento que, parece, se respalda con los comentarios optimistas sobre la compañía que hizo esta semana su director ejecutivo, Tim Cook, ,de que “realmente le gusta lo que ve para comenzar con la temporada de regreso a clases”. Apple sin duda necesita recuperar el impulso tecnológico. Yo uso tanto el iPhone como un Samsung Galaxy 7 todos los días —uno para el trabajo y el otro para la casa — y la diferencia incluso con un teléfono Android de dos años de antigüedad es sorpren- dente. El iPhone se siente como un automóvil utilitario: confiable pero anticuado; el Samsung se siente como un coche deportivo para los fines de semana, rápido, colorido y con especificaciones más altas.
La vanguardia del iPhone se redujo; hay iteraciones en lugar de refinar el diseño básico que se forjó en 2007. Y así sucesivamente, en su décimo aniversario, Apple dijo que va a traer una renovación radical con una pantalla casi de extremo a extremo —por lo tanto eliminando el botón físico de inicio — y un sensor 3D para reconocer el rostro del usuario. Funciones de realidad aumentada y de inteligencia artificial.
Pero muchas de estas mejoras, de las que se rumoran ya están disponibles, lo que plantean son preguntas acerca de qué tan grande será el avance del iPhone a los 10 años, sobre todo si el alto precio de venta que se filtró es preciso.
Richard Yu, director de la división de consumo de Huawei, predijo con seguridad que su próximo teléfono será mucho más potente. El Galaxy de Samsung cuenta con pantallas envolventes OLED desde hace un par de años. El reconocimiento facial ya está disponible. La realidad aumentada ya vino y se fue con las generaciones de teléfonos Sony.
Mi Samsung ahora lo utilizo de manera habitual como una plataforma de realidad virtual con el casco Oculus. Pero parece que los clientes de Apple no extrañan nada de eso. Tal vez lo que quieran es que sea firmemente confiable. Y las barreras para el cambio —tanto en el costo de un nuevo teléfono y el esfuerzo que implica dejar un sistema operativo— son tales que de todos modos pocos pueden tener la tentación de hacer pruebas fuera del sistema iOS.
Los resultados financieros de Apple que presentó esta semana fueron sorprendentemente buenos para un trimestre previo al lanzamiento de un nuevo producto importante. El precio de las acciones alcanzó un máximo histórico, incluso cuando la compañía advirtió sobre una pausa en la compra de iPhones, y todavía vendió 41 millones de los teléfonos que pronto van a ser anticuados, un incremento de 2 por ciento frente al mismo trimestre del año pasado.
Esto tal vez refleja que Apple ya no depende de ser el líder de tecnología, pero sí del iPhone, con más de la mitad de la ventas en el tercer trimestre.
El nuevo iPhone podría ser importante para renovar la imagen del smartphone de Apple, como lo fue la primera vez en 2007. Muchas innovaciones tecnológicas parecen llegar a la vejez digital. Adobe tiene planes de matar el Flash video.