¿Qué hacer con México?
La imagen de un Dalai Lama aun niño separando dos escarabajos luchadores, es constancia del tan inútil como humano afán de lograr armonía y paz. La naturaleza no es ni justa, pacífica, ni misericordiosa: los animales silvestres agonizan y mueren sin misericordia alguna.
Si bien el dolor es inevitable, el ser humano se ha distinguido por exacerbar los intentos de acabar con él o acrecentarlo con cruento ingenio. En eso llevamos a cuestas la más grande responsabilidad; como diría Sartre, estamos condenados a la libertad. Podemos elegir hacer sufrir al otro o aliviar su dolor; para el que pasa a lado somos o una solución, o su perdición.
Hasta ahora nuestros gobernadores han elegido el sufrimiento de su gente. Han tomado para sí lo que por derecho le pertenece a otros sin importarles si eso conlleva la desgracia y el dolor de quienes requieren medicinas, médicos, escuelas, becas o comida.
Todo esto nos habla de la poca capacidad que tiene el ser humano para elegir lo que es justo: por eso existen las leyes. Si pudiéramos actuar siempre conforme al deber, las leyes no harían falta, como bien lo supo Kant. El problema surge cuando quienes aplican las leyes son aun peores que los delincuentes a quienes éstas se deben aplicar. O dicho sin reparos: el problema surge cuando los que gobiernan, son delincuentes.
¿Qué hacer con México? ¿Es el sistema el que falla o son sus gobernantes? ¿O son acaso sus leyes? Lo que le hace falta a nuestro país, me atrevo a decir, es tener como dirigentes mujeres y hombres honrados. Cualquier sistema, sea comunista, socialista o capitalista, falla si tiene a la cabeza individuos corruptos.
De joven, cercana al marxismo menospreciaba el papel del individuo en la historia: “La historia lleva su carro y a muchos nos montará; por encima pasará de aquel que quiera negarlo”. Ahora, después de tan tristes historias, no me queda duda: somos algo más que títeres del devenir histórico: un solo individuo puede ser motor del cambio social.
A México le hace falta un líder honrado e inteligente con el valor necesario para poner orden en la casa. ¿Le permitirán llegar al poder? Y de ser así, ¿sabremos reconocerlo y apoyarlo? m