Con una derrota ante Laguna, el México se despidió de la que fue su casa durante 3 años
Al no poder calificar a playoffs, los Diablos Rojos se despidieron de la que fue su casa por tres años mientras se terminaba de construir su estadio
Se acabó una era en la historia de los Diablos Rojos del México, una que solo duró tres campañas, pero que sirvió de preámbulo a la que será una nueva etapa: el equipo se despide del Estadio Fray Nano porque la próxima ocasión que juegue en la ciudad de México en la Liga Mexicana, será en su estadio nuevo.
El conjunto capitalino llegó hasta el últimó choque de local de la temporada manteniendo esperanzas matemáticas para pelear por el pase al juego de eliminación (o de comodín) de los playoffs, pero la derrota de 7-5 frente a los Vaqueros oficialmente los dejó fuera de la contienda. El equipo jugará frente a Sultanes en Monterrey de lunes a miércoles para cerrar la campaña, con lo que ayer saltaron por última ocasión al diamante del Fray Nano.
El pequeño parque de pelota fue inaugurado en 1985 en la colonia Jardín Balbuena, manteniéndose como un inmueble de juegos de nivel amateur y semiprofesional, pero a finales del 2014 pasó por una remodelación profunda con la que el 3 de abril del 2015 se convirtió en estadio de Liga Mexicana. Ese día Diablos arrancó la defensa del título que logró en el 2014 cayendo con los Toros de Tijuana.
A partir de ahí, el club arrancó su aventura de tres campañas, en las que jugaron 167 juegos como local, compilando una marca de 104-63. De esos duelos solo tuvieron cuatro choques de playoffs (frente a Tijuana), todos jugados en 2015, con un récord de 3-1.
Ayer, el equipo colorado saltó al diamante con una pequeña esperanza de todavía pelear por jugar el duelo de comodín frente a Aguascalientes, pero tenía que vencer a los Vaqueros para poder mantenerla, pero al ser derrotados, el conjunto oficialmente quedó fuera.
Al concluir el choque, los peloteros de los Diablos salieron al campo al mismo tiempo para agradecer a los cuatro mil 600 aficionados que se presentaron en el inmueble para el último duelo de la serie.
El inmueble le devolvió a la ciudad de México un parque beisbolero, al tener las tribunas más cerca del campo, lo anterior permitió que se recuperara el sabor beisbolero para los fans, tomándolo como una preparación para lo que será la inauguración de su estadio para el 2018.