IGNACIO PICHARDO
ES MOMENTO DE QUE EL PRI DÉ OPORTUNIDAD a la sangre nueva en sus candidaturas y deje los temores, pero sin llegar “al extremo” de una consulta a la base que puede resultar la vía que más afecte al partido, al vislumbrarse una fractura interna.
“Entre menos candados tengamos, mayor libertad de acción tiene el partido, porque poner muchos candados a una institución como la nuestra, de carácter político, es muy riesgoso, ya que no permite el flujo de nuevas opiniones, de sangre nueva y muestra cierta inseguridad por una nomenclatura cerrada. Sería bueno revisar los candados, abrir los temores, con prudencia, pero permitir el flujo de sangre nueva y de renovaciones en el partido”.
Ignacio Pichardo, quien encabezó el CEN priista en 1994, dijo que “el partido no puede darse el lujo de no renovar o, por lo menos, revisar sus procesos de selección de candidato”.
Aunque resaltó que algunas voces también están siendo extremistas en sus exigencias, sin considerar las consecuencias que podrán conllevar.
“Eso que dicen del dedazo o la cúpula quedó atrás, porque es una fórmula que no nos garantiza una amplitud de inserción de simpatizantes, de militantes y la atracción de voto que mucho necesitamos. No creo tampoco que debamos llegar al extremo de la consulta a la base, porque hemos visto que entre más alto sea el cargo que está en revisarlos, porque un artículo remite a otro y otro a uno más”.
Aunque, por otro lado, coincidió en que las firmas de sectores y organizaciones que se les exigen a los candidatos para validar el respaldo de la militancia son necesarias, pero pueden no ser tan extremistas.
En ese sentido, comentó que un simpatizante podrá ser electo como candidato “si se trata de un ciudadano brillante, talentoso; con una gran trayectoria, con imagen de honestidad, de honradez y que además rebase a un militante del partido en las encuestas”.
También dijo que lo que más juego, más riesgoso puede ser para la unidad del partido”.
Mencionó que el mejor método de selección ha sido el de la votación de delegados regionales y nacionales, quienes han dado buenos resultados.
“No creo que sea momento de crear pasarelas y otras fórmulas que no nos han dado los resultados que realmente buscamos.
“La diversidad de voces que se están expresando de manera vigorosa son bienvenidas siempre y cuando mantengan la responsabilidad de privilegiar por sobre todos los intereses personales la unidad del partido, que es la base de la fuerza priista”.
Detallar al perfil ideal, dice, no es difícil, pero tampoco es útil, pues resulta la descripción de un ser idealizado que, en términos reales, podrá no existir.
Aunque destacó que para él, el candidato que el PRI postule para la Presidencia en la contienda más compleja de la historia, debe conocer el país, sus problemas y tener la suficiente experiencia para resolverlos.
“Debe tener formación política y sentido social para que pueda resultar atractivo a los votantes. No basta con que sea preparado y conocedor, debe tener el requisito de ser atractivo a los votantes. Pero que no solo sea un buen candidato, sino que tenga buen desempeño para satisfacer las necesidades de la sociedad”. le debe importar al partido es mantener la unidad y ganar, por lo que los priistas deben avocarse a analizar lo que les interesa a los ciudadanos y qué les van a ofrecer para resolverlo, no en quitar un candado.
Respecto a los que critican que el abanderado termine siendo uno “de la cúpula”, designado por dedazo, replicó que es un término que no usa y que, incluso, le molesta.
Afirmó que no hay tal dedazo, pues el Presidente, en los momentos en que llegó a elegir junto con algunos integrantes del partido al candidato, lo hizo con información y evaluaciones previas del desempeño y capacidad de cada uno, con la garantía de que el seleccionado era el más competitivo.
Por lo que convocó a los priistas a dejar de lado las riñas internas por un candado o una postulación que resulta menos importante al lado de prioridades como la concreción de un proyecto político.
“El partido podrá llegar dividido si no se logran los acuerdos, esta asamblea es una reunión de diálogo para llegar a buenos acuerdos. Yo veo que la tendencia es a mantener los estatutos casi como están, con alguna leve modificación”.