Editorial Jus, en busca de los apasionados de la lectura
“No se confía en que los libros de más calidad pueden contribuir a crear lectores; nosotros hacemos esa apuesta”: Juan Antonio Montiel
No se muestra ajeno a sus palabras, reconoce que en ellas hay mucho de retórica, pero en su experiencia como editor, Juan Antonio Montiel habla de la importancia de recordar todo el tiempo la razón de ser de colocar a la literatura por encima de cualquier otro compromiso. “Creo que lo que tiene que definir a Jus es su compromiso con la literatura de verdad, que los amantes de la literatura reconozcan enseguida las obras que valen la pena: su compromiso con la literatura y con los lectores deben estar por encima de todas las cosas. Sé que suena muy retórico, que cualquiera lo podría decir, pero a partir de ahí le pido a la gente interesada que le eche un ojo a los libros del sello”.
A casi dos años de asumir el cargo de director Editorial de Jus, con una estructura que lo integró al grupo Malpaso, radicado en España, el editor mexicano, quien trabajara en sellos como Anagrama o Galaxia Gutenberg, reconoce que la peculiaridad más grande de Jus “es que siendo una editorial que no está subvencionada ni esperando que alguien nos pague algo, sino una editorial destinada al mercado, publica libros que están dirigidos a gente a la que de verdad le gusta leer y que de verdad le gusta buenos libros”.
De acuerdo con Montiel, con alrededor de dos décadas de trabajo en el mundo de la edición, suele pasar que las editoriales, sobre todo las más grandes, quieran publicar libros para la gente que no lee o que no ha tenido la oportunidad de empezar a leer.
“Esto es así, porque no se confía en la existencia de buenos lectores, no se confía en que los libros de más calidad pueden contribuir a crear lectores: nosotros estamos haciendo esta doble apuesta de confiar en la existencia de lectores y que ellos exigen cierta clase de libros, de determinada calidad en todos los sentidos: de historias, de estilos y de formas, incluso de calidad en la factura física de los libros”.
Clásicos
En septiembre próximo se cumple el primer año de la nueva etapa de Editorial Jus: nacida como un sello de textos religiosos, católicos en especial; en la actualidad amplió sus expectativas y no solo forma parte de un grupo internacional, Malpaso, sino se dio a la tarea de recuperar una identidad como editorial.
“Cuando me propusieron el proyecto lo hicieron con una gran libertad. Nadie me dijo: ‘Tenemos que seguir esta línea de Jus, histórica, de 80 años’: eso era más o menos imposible, porque en realidad Jus no fue una sola editorial, sino fue un montón de editoriales: fue un sello de historia, con fantásticos títulos; fue una editorial de propaganda o de posicionamiento político del lado del PAN; fue una editorial comercial que publicaba a Emma Godoy… ¿A cuál de esas editoriales iba a responder la nueva Jus?”.
Si bien su objetivo es publicar cuando menos 18 títulos cada año, aunque para 2017 solo llegarán a 12, entre los cuales destacan Las últimas noches de París, de Philippe Soupault; Cartas al padre Flye, de James Agee; Una sociedad de señores, de Mario Campaña; La sangre del cordero, de Peter de Vries; Trópico, de Rafael Bernal, o Mala Yerba, de Jaime Valdez Cárdenas. “Hasta ahora, creo que hemos tenido razón. Vamos caminando, y espero que dentro de muy poco tiempo ya podamos contarnos entre las editoriales más o menos consolidadas, publicando con soltura y tranquilidad económica”, cuenta Juan Antonio Montiel, quien fuera también editor en jefe del sello Páginas de Espuma. m