Cirujana del Issste, la primera de AL en trasplantar corazón
La especialista cursó subespecialidades para intervenciones cardiacas por más de ocho años; está capacitada para efectuar operaciones robóticas
María del Sol García Ortegón se convirtió en la primera mujer en México y América Latina en realizar un trasplante de corazón, tras intervenir a la paciente Enedina Solís Jiménez, de 37 años, que padecía insuficiencia cardiaca terminal y no podía realizar actividades comunes como bañarse, comer y caminar distancias cortas. La cirujana cardiaca encabezó el procedimiento el 11 de julio en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del Issste, es decir, casi 29 años después de que Rubén Argüero Sánchez hiciera la primera intervención en América Latina el 21 de julio de 1988.
García Ortegón rechazó que la tardanza en la incursión de las mujeres para efectuar trasplantes de órganos se deba a alguna discriminación de género en la práctica médica; más bien, comentó, “obedece a una cuestión cultural en la que algunas optan por no cursar subespecialidades por tener a su cargo otros deberes”.
De hecho, se calcula que en el mundo hay poco más de 20 cirujanas cardiacas trasplantólogas. “Es más bien un tema aspiracional, de tener las habilidades y destreza para empoderarnos. Yo nunca enfrenté obstáculos para llegar a donde he llegado, siempre se me han tratado de forma igualitaria. Seguramente hay anécdota, pero no es mi caso”, dijo tras recordar sus años de capacitación para lograr esa meta.
Cuando trabajaba en la Cruz Roja de Polanco, la experta intervino pacientes graves por sufrir heridas con arma blanca, balazos o accidentes vehiculares de alto impacto en los que estaba en riesgo el corazón.
En el Issste se preparó por más de ocho años cursando subespecialidades para realizar cirugías cardiacas, efectuando hasta 80 al año. En Estados Unidos tomó cursos para realizar cirugía robótica y también es la primera mujer de Latinoamérica que hace ese tipo de operaciones.
En México el Consejo Nacional de Cirugía del Tórax tiene registrados 500 especialistas y 17 son mujeres. García Ortegón es integrante distinguida de la mesa directiva y la única que ha hecho un trasplante de corazón.
La paciente
Enedina llegó hace año y medio al Issste con apenas 18 por ciento de capacidad cardiaca, es decir, bombeaba poca sangre al organismo y padecía dolor intenso en el pecho e inflamación de extremidades al hacer tareas cotidianas. No se sabe el origen del padecimiento.
García Ortegón explicó que el control médico se basó en varios medicamentos para nivelar la presión arterial, quitar el dolor de pecho y mantener con vasodilatadores las arterias abiertas. Además incluyó el ser- vicio de psiquiatría, nefrología y gastroenterología.
El Issste aplicó un sistema de asistencia circulatoria basado en una bomba que ayuda a expulsar la sangre con la fuerza necesaria, pero ese soporte dura de 15 a 102 días. Si no hubiera logrado el trasplante, su expectativa de vida era corta, explicó la especialista.
El 11 de julio el Instituto Nacional de Neurocirugía notificó al Issste sobre la disponibilidad del corazón y Enedina fue compatible con el donador.
La cirugía duró cuatro horas y tuvo un costo superior al medio millón de pesos. Su esposo, José Alberto Muñoz, comentó que después pasó más de 15 días en terapia intensiva. Actualmente se encuentra hospitalizada en espera de que le realicen una biopsia para descartar signos de rechazo.
Muñoz recordó que su mujer había enfrentado diversas operaciones por la pérdida de su embarazo gemelar, miomas y problemas de fertilidad. “Ha sufrido mucho y cuando salió de esta operación me dijo que lo que más anhelaba era llevar a su hija (de cuatro años) a la escuela”.
Una vez que sea dada de alta, la paciente deberá acudir periódicamente a revisión médica y a rehabilitación cardiaca para reestablecer su condición física. Además tomará inmunosupresores el resto de su vida para evitar el rechazo del órgano.
Los costos de esos fármacos superaban los 40 mil pesos mensuales hace 10 años y en la actualidad, gracias a las compras consolidadas, están entre 3 mil y 5 mil pesos. El beneficio es que la paciente dejará de estar hospitalizada y podrá incorporarse a trabajar.
En un video Enedina externó su dolor de saber que alguien murió para que ella pudiera vivir; sin embargo, agradeció la donación porque podrá educar a su hija. M