El Madrid alzó su primer título de la temporada al vencer 2-1 al United en la Supercopa de Europa
El Real Madrid extendió su fiabilidad en finales europeas, guiado por una exhibición futbolística de Isco para tumbar a un luchador Manchester United en la final de la Supercopa de Europa por 2-1, en la conquista del primer título en el inicio de un duro camino al soñado sextete.
La transformación del Real Madrid, el mayor devorador de títulos del mundo, en cuanto se le presentó el primero de los seis que tiene a tiro esta temporada, dejó en el olvido las malas sensaciones de pretemporada. Su carácter ganador reapareció en Skopje para someter al Manchester United a un futbol del que se proclama abanderado Isco Alarcón.
José Morinho buscó condicionar el partido con una lucha en el centro del campo de donde supieron huir los jugadores de Zidane. Isco destrozaba las líneas rivales y solo faltaba la aparición de Modric para que el rival quedase encerrado.
Casemiro estaba destinado a marcar. Se topó con el travesaño en su primer intento, en tiro de esquina rematado con la cabeza a los 16 minutos; en el segundo buscó el ángulo desde los límites del área y en el tercero ya no perdonó.
El mediocampista tiene el olfato de goleador para saber donde lanzar su movimiento, y justo ahí encontró el pase perfecto de Carvajal para castigar a un Manchester United que se quedaba sin soluciones. De zurdazo cruzado superaba a David de Gea y rompía la final.
En el complemento, Isco hizo el segundo gol. La merecía. En un palmo encaró rivales, inventó una pared con Bale y definió bien ante De Gea, esperando el tiempo justo para ver por donde se decantaba en su salida su compañero de selección. Era el segundo tanto y la final, pensaban algunos, quedaría sentenciada.
Fue cuando el Manchester tiró de orgullo y con corazón resucitó el duelo. Pogba falló con todo para marcar ante Keylor, rematando flojo de cabeza. Inseguro el costarricense dejó un mal despeje a Lukaku que tiró a las nubes.
La oportunidad de poner el broche la desaprovechó Bale, faltó de confianza con tiempo para pensar el mano a mano ante De Gea, y acabar disparando al larguero a la hora de partido. El que perdona lo paga y tardó dos minutos en llegar el tanto que daría emoción al resto de encuentro. Keylor no supo atajar un disparo seco de Matic; dejó el balón muerto donde un portero nunca debe dejarlo y el belga fusiló a placer.
El físico del Real Madrid se desplomaba y acabaría aguantando las embestidas del rival, con Keylor resarciéndose de su error sacando una mano salvadora a Rashford. Benzema dejaba el último esfuerzo en una contra en la que estaba cerca de regalar el gol a Marco Asensio, que con Lucas Vázquez daban oxígeno al equipo. Con apremio, el Madrid cerró el juego, demostrando que ha recuperado la grandeza en las finales. Este equipo se ha acostumbrado a solo ganar.
(El Madrid) marcó un gol en fuera de juego que con el VAR no sería gol; habríamos llegado con empate” Es verdad que pudieron marcar más, pero también tuvimos oportunidades en la segunda parte” JOSÉ MOURINHO Entrenador del Manchester United