Rafa Márquez
En México estamos sorprendidos por la información del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que involucra al futbolista Rafael Márquez y al cantante Julio Álvarez, conocido artísticamente como Julión Álvarez, como testaferros, prestanombres y blanqueadores de dinero del narcotraficante Raúl Flores Hernández
Hay que asumir que las investigaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos no tienen la connotación en este momento de acusaciones delictivas por una autoridad, pero que es altamente probable que ya estén corroboradas.
La PGR nuevamente se ve rebasada por autoridades extranjeras, que primero dan a conocer hechos ocurridos en nuestro territorio y ahora, para justificarse, sale a decir que es una investigación coordinada entre dos países y reparte entre los medios de información carpetas de evidencias probatorias.
Si el gobierno de Estados Unidos no hubiera hecho público este escándalo, la pregunta sería: ¿la PGR hubiera llegado al momento de ejercer acción penal contra Rafael Márquez y Julión Álvarez? La respuesta es complicada, pero todo apuntaría a que no.
Hoy se está haciendo un linchamiento público contra dos personajes públicos, esa es la razón del interés de la gente, un futbolista que llegó a ser el prototipo del mexicano exitoso en el mundo, ejemplo para los niños, jóvenes y aficionados, y un cantante grupero de gran éxito.
La molestia que siento y que podría coincidir con la de muchos, en contra de ellos dos, en caso de comprobarse los hechos, es la derivada de no entender cómo personas que ganan tanto dinero quieren ganar más y terminan involucrándose con el narcotráfico.
¿Cuál será el nivel de penetración del dinero del narcotráfico o del crimen organizado en el deporte profesional, en el mundo del espectáculo y entretenimiento en todas su áreas, y para no dejar de decirlo, en la política? Bien cabría en México una investigación encabezada por una comisión del Estado mexicano, es decir, integrada por miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para conocer la verdad en esta materia. Así se sabría qué empresas, qué personajes y qué servidores públicos están financiados por el dinero ilícito vinculado al narcotráfico y al crimen organizado. Sería una de esas investigaciones, como han existido en Italia, España, Colombia y el propio Estados Unidos, que desenmascararon a las mafias en esos países.
La PGR está obligada a desahogar esta investigación a la brevedad y no volverla eterna, sería inadmisible cualquier trato privilegiado para los dos personajes involucrados, como injusto sería fincarles responsabilidades solo por satisfacer la posición del gobierno estadunidense; es decir, por quedar bien con los gringos.
Respecto al narcotraficante Raúl Flores Hernández, hay que decir que se encuentra detenido en el Reclusorio Sur con fines de extradición. En 2013 fue detenido e ingresado al Cefereso número 4 del Noroeste, acusado de los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, pero en 2015 obtuvo su libertad. Hoy nuevamente este personaje se encuentra preso desde el pasado 20 de julio, por lo que es obligación de las autoridades procesarlo por las leyes mexicanas y no seguir evadiendo la responsabilidad de que los delitos cometidos en México se castiguen por autoridades extranjeras. M