¿Y los entrenadores?
Esta semana estuve recordando cómo era el boxeo cuando yo llegué, hace aproximadamente 13 años. Sobre todo el boxeo mexicano. En ese entonces, había arriba de 15 campeones mundiales. Oscilaban entre 15 y 18 campeones mexicanos. ¿Se imaginan la locura que era?
Éramos potencia, la escuela mexicana marcaba tendencia y se reflejaba en la forma en la que reinaban sus campeones. Ahora, contrastando con el 2004, tenemos siete campeones.
El problema aquí no es la falta de prospectos, pues como decía Don José Sulaimán “uno levanta una piedra y salen tres boxeadores”, aquí el problema va mucho más a fondo: es una carencia de entrenadores, de esos como los de la vieja guardia.
Hagamos un recuento y mencionen a los entrenadores actuales mexicanos de mayor relevancia… ¿Ah, verdad?
Lo que pasó es que la forma de pensar ha cambiado, pues antes cuando un campeón veía cerca su retiro sus aspiraciones se enfocaban en buscar en dónde poder pasar su conocimiento, formar a la siguiente generación y con un poco de suerte conformar un establo que a la larga le diera un campeón mundial. Ahora todos quieren ser De la Hoyas o brincar al polo opuesto y dedicarse al análisis de peleas como comentaristas.
Por un momento se pensó que el bache por el que pasa el boxeo mexicano, en el que ya fue superado por EU, Japón y que ahora Inglaterra amenaza con dominar, era por falta de jóvenes interesados en el deporte, pero de qué sirve tener a 100 muchachos interesados en emular a sus héroes, si en la esquina tienen a alguien que contesta: “-¿Qué tiro? Todo. -¿Dónde? Donde puedas. -¿Cómo? Como puedas”. Hace falta hacer escuela, pero esta vez en las esquinas, para que poco a poco el boxeo mexicano pueda seguir adelante. ¿Y ustedes, qué piensan?