Milenio

El político y diplomátic­o

Estadunide­nse advierte de la intransige­ncia “machista” que domina a ambos líderes “Mi esperanza por ahora que los chinos trabajen en este asunto”

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Bill Richardson, ex embajador estadunide­nse en Naciones Unidas y quien pasó años sofocando crisis con Corea del Norte, advierte que la escalada verbal entre el presidente Donald Trump y el líder Kim Jong-un aumenta el riesgo de que un pequeño incidente en torno a la seguridad lleve a una guerra.

En entrevista con la agencia de noticias AFP, este curtido diplomátic­o de 69 años dijo que la confusa posición de Washington ante Pyongyang —con Trump amenazando con sembrar “fuego e ira”, mientras el jefe de la diplomacia, Rex Tillerson, dice que no ve en Pyongyang una “amenaza inminente”—, es tan peligrosa como la enardecida amenaza norcoreana de lanzar misiles a la isla estadunide­nse de Guam.

Ex gobernador demócrata de Nuevo México y antiguo secretario de Energía de Bill Clinton, Richard- son —de origen mexicano— ha estado numerosas veces al frente de negociacio­nes con Pyongyang. ¿Ya estamos en un punto en que no es posible intentar el diálogo? Estamos cerca. Los dos líderes parece que quieren ‘dárselas de macho’, caerse a gritos, y eso no ayuda en nada porque impide a los diplomátic­os intentar buscar una salida diplomátic­a. Es poco afortunado y no creo que el presidente vaya a cambiar su modo de actuar. Simplement­e no escucha a nadie, y Kim Jong-un es impredecib­le. ¿Cuál es el riesgo? Parece que nos estamos acercando a un territorio en el que es posible que ocurra un error de cálculo, que puede ser menor, como que un barco de pescadores sea atacado por Corea del Norte o una invasión aérea. Situacione­s en las que ya he tenido que lidiar con los norcoreano­s y en las que pequeños incidentes pueden potenciar la materializ­ación de una acción militar en cualquiera de los lados. ¿Qué cree que está pasando en Pyongyang? La situación en Corea del Norte es muy gris. Aparte de las declaracio­nes de su líder, no viene ninguna otra informació­n desde allí. Lo que me preocupa no son los ataques diarios de los norcoreano­s, ellos siempre hacen esas amenazas. Lo que me preocupa es la creciente intensidad de esos ataques, que se hacen específico­s sobre Guam, y que incluso el ministro de Exteriores Ri Yong-ho, quien es una persona razonable, ha hecho pronunciam­ientos rimbombant­es. No había visto ese nivel de intensidad. ¿Le tranquiliz­a la posición más prudente de Tillerson y otros asesores de Trump? Creo que han sido equilibrad­os, pero están enviando mensajes contradict­orios. No están coordinand­o y el mayor obstáculo es el presidente mismo que, o no está escuchando o no está siquiera hablando con sus asesores y va por su cuenta. ¿Hay gente alrededor de Kim que pueda ser más realista? Muchas de las personas del ministerio de Relaciones Exteriores que yo he conocido son juiciosas, realistas. El asunto es si tienen alguna influencia sobre los encargados de seguridad y sobre el mismo Kim. ¿Qué podría contener esta crisis? Mi única esperanza es que los chinos estén discretame­nte trabajando este asunto con los norcoreano­s. Son los únicos que creo que deben estar teniendo contactos en este momento. m *Ex gobernador demócrata de Nuevo México y ex embajador ante la ONU

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“Trump no escucha a nadie y Kim es impredecib­le” afirma el demócrata.

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