La arquidiócesis defiende el activismo político de ministros
La libertad de pensamiento y la difusión de ideas no están prohibidas, respondió la arquidiócesis a los consejeros del Instituto Nacional Electoral, luego de que éstos solicitaran acotar el activismo político de los ministros de culto por haber recibido críticas en el semanario Desde la fe sobre el presupuesto “desorbitado e inmoral” que, consideró, solicitaron para el próximo proceso electoral.
El semanario Desde la fe en su editorial “Ignorantes de su propio oficio” señala que al manifestarse los consejeros contra la crítica que se le hiciera el pasado domingo, “han dejado en evidencia la calidad de estos funcionarios; sus autoritarias e intolerantes declaraciones tienen el peso de una opinión que es más producto de la visceralidad que de la racionalidad y exhiben una supina y grave ignorancia”.
Ese arrebato, consideró, “exhibe otras situaciones más delicadas y preocupantes propias de fun- cionarios del antiguo régimen. En la sociedad pluricultural hay diversidad de opiniones que fincan una democracia que no está a capricho de la plutocracia, cobijada por autonomía constitucional”.
A los consejeros del INE les recordó Desde la fe que las “iglesias o asociaciones religiosas contribuyen a la paz y al bien social. Sobra decir que la Constitución y leyes secundarias les prohíben inducir al voto en procesos electorales; sin embargo, no pueden renunciar a su deber de anunciar y denunciar, pues además de ser una responsabilidad cívica, es parte de su misión profética. O bien los consejeros ignoran la ley electoral o hacen un manejo faccioso de la misma. Parece ser lo segundo”.
El semanario indicó que los “amagos son el mejor recurso de la violencia ideológica, pues socavan la posibilidad del diálogo y sesgan la libertad de expresión, como si solo algunos fueran merecedores de ese derecho”.
Destaca: “Habría que recordar a los consejeros que la ley prohíbe a los ministros de culto inducir el voto hacia un partido o candidato en tiempos electorales, y hasta donde sabemos este semanario no es un ministro de culto, sino un órgano de opinión que echa mano de los más elementales derechos que la Constitución otorga: libertad de pensamiento y de difusión de ideas”.
El semanario también criticó que “es absurdo exigir transparencia a la iglesia cuando es bien sabido que no recibe dinero público, no se le asigna una partida presupuestaria o impuesto especial. Los donativos y limosnas provienen de la buena voluntad de los fieles, es dinero particular aplicado a obras de caridad o a la conservación de inmuebles propiedad de la nación.
Destaca que, a diferencia del instituto, las iglesias no reciben fondos del presupuesto federal
La iglesia no es como el INE, cuyo proyecto de presupuesto total para el próximo año es nada menos que de 25 mil millones de pesos, monto que seguramente será consentido por la bondadosa paternidad del Poder Ejecutivo, palomeada por la complicidad de la partidocracia en el Poder Legislativo”.
Desde la fe se cuestiona “cómo es posible seguir sosteniendo a un consejo general del INE que al amparo del Estado laico amaga y desafía”.
Y puntualiza el editorial que “los consejeros ganan al mes 250 mil pesos, mientras millones sobreviven con 25 pesos al día. Ese es el México de los privilegios y de las profundas desigualdades”. m