Congreso dividido: sus riesgos
Vaya manera de comenzar el último año de ejercicio de la 63 Legislatura del Congreso de la Unión: la instalación en ambas cámaras resultó problemática y con una serie de enfrentamientos de sus órganos de gobierno, al grado de que hoy la de Diputados no tiene conformada su Mesa Directiva.
El nombramiento del fiscal general de la República y la conformación del frente opositor se han vuelto un dique para el desarrollo del trabajo legislativo. El efecto elección 2018 comenzó a mostrar su peso.
Al escuchar los discursos de la sesión de Congreso General del viernes pasado, llenos de ataques y obvias defensas, surge la preocupación por la cantidad de nombramientos que ambas cámaras tienen que aprobar o ratificar; si el clímax sigue en esa tónica, se ve difícil que se pueda transitar por la vía de los acuerdos. Este tipo de situaciones impacta en diversos sectores, como el industrial o la propia economía nacional, entre otros rubros.
Con una breve revisión por cámara notamos lo que está en juego: la de Diputados debe nombrar titulares de los órganos internos de control del INAI, Cofece e Ifetel con fecha 12 de septiembre y al auditor superior de la Federación, cuyo cargo concluye el 31de diciembre de este año, y está a la espera de la Ley del Coneval, en la que tiene que nombrar presidente y consejeros.
En la Cámara de Senadores la agenda está más abultada: el fiscal anticorrupción, el fiscal general de la República, 18 magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa, el nuevo gobernador del Banco de México (en noviembre), un miembro de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, nombramiento de presidente del Ifetel, y así en otros seis organismos.
Si persiste esa inercia de chantaje y descalificaciones de algunos legisladores de partidos, como PAN, PRD y Morena, sumado a sus pugnas internas, se politizarían los nombramientos, llevando a frenarlos o realizar las “clásicas” reparticiones de puestos (cuotas partidistas).
Lo único evidente es que el PRI tiene numéricamente la mayoría simple (la mitad más uno) en las dos cámaras, con las alianzas que ha construido, pero para algunos casos le hacen falta votos. Solo resta esperar que entren en cordura y serenidad, la parálisis legislativa afectaría el trabajo de diversos organismos.