Aseguran una local
Cumplida su misión al avanzar a la primera semifinal del Abierto de Estados Unidos desde 2010, Venus Williams se sentó en la silla y sonrió radiante.
La norteamericana llegó a su tercera semifinal de Grand Slam de la temporada, algo que había logrado por última vez hace 15 años, al vencer a la checa Petra Kvitova por 6-3, 3-6 y 7-6 (2), con el aliento de sus compatriotas bajo techo en el estadio Arthur Ashe.
“He sentido el apoyo de cada uno de ustedes, todos los 23 mil”, le dijo a los espectadores. “No quería fallarles”.
Con 37 años, la campeona en Flushing Meadows en las ediciones de 2000 y 2001, perdía 3-1 en el tercer set, pero la novena cabeza de serie reaccionó, con ayuda.
La octava doble falta de Kvitova le dio el quiebre que niveló el parcial 3-3, y la novena, la bola de partido a Venus en el desempate.
La estadunidense se enfrentará a su compatriota Sloane Stephens el jueves, en la que será la primera semifinal netamente local en Nueva York desde 2002.
La joven de 24 años avanzó a primera hora al derrotar 6-3, 3-6 y 7-6 (4) a la letona Anastasija Sevastova (16), es su mejor actuación en un grande desde el Abierto de Australia 2013 y la culminación de una recuperación tras operarse el pie izquierdo en enero.
Kvitova (13) buscaba prolongar su actividad en una temporada que comenzó en mayo, luego que en diciembre fue víctima de un ataque con cuchillo que le causó heridas en la mano izquierda.
Williams, quien en 2011 reveló que padece una enfermedad autoinmune que reduce su nivel de energía, es la mujer de mayor edad en la semifinal de un grande desde Martina Navratilova en Wimbledon 1994 y está un paso más cerca de coronarse.