El primer presidente blanco
Ta-Nehisi Coates, uno de los grandes ensayistas contemporáneos, publicó en estos días un texto fundamental para entender el mundo en el que vivimos con Trump. Van fragmentos y liga al final. Buen fin de semana.
“‘La raza es una idea, no un hecho’, escribió el historiador Nell Irvin Painter, y es esencial para la construcción de una ‘raza blanca’ la idea de no ser un negro.
“Antes de Barack Obama, los negros podrían fabricarse a partir de las hermanas Souljahs, los Willie Hortons y Dusky Sallys. Pero Donald Trump llegó a raíz de algo más potente: una presidencia de ‘niggers’ con un sistema de salud de ‘niggers’, con acuerdos climáticos de ‘niggers’ y reforma de justicia de ‘niggers’; todos los cuales podrían ser destruidos o redimidos, para redefinir la idea de ser blancos. Trump es algo nuevo: el primer presidente cuya existencia política depende del hecho de un presidente negro. Y por eso no basta con decir que Trump es un hombre blanco, como todos los otros. Debe ser llamado como lo que es: el primer presidente blanco de Estados Unidos”.
“La tragedia americana que ahora se está forjando es más grande de lo que se imagina y no terminará con Trump. En tiempos recientes, la ‘blancura’ como una táctica política abierta había sido restringida por una especie de cordialidad que sostenía que su invocación abierta asustaría a los blancos ‘moderados’. Esto ha demostrado ser solo una media verdad, en el mejor de los casos. El legado de Trump será exponer la pátina de la decencia por lo que es, y revelar lo mucho que un demagogo puede salirse con la suya.
“Entre ciertos escritores y pensadores negros ha sido un axioma que, mientras la blancura pone en peligro los cuerpos de los negros en el sentido inmediato, la mayor amenaza es para los blancos mismos, el país que comparten, e incluso el mundo entero. Hay un impulso de ‘blanquear’, en este tipo de grandiosidad. Cuando W. E. B. Du Bois afirma que la esclavitud era ‘singularmente desastrosa para la civilización moderna’ o James Baldwin afirma que los blancos ‘han llevado a la humanidad al borde del olvido: porque piensan que son blancos’, el instinto es exagerar. Pero realmente no hay otra manera de leer la presidencia de Donald Trump. El primer presidente blanco de la historia de Estados Unidos es también el presidente más peligroso, y se vuelve aún más peligroso por el hecho de que los encargados de analizarlo no pueden nombrar su naturaleza esencial porque también están implicados en ella”.
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