Milenio

Conserje, el héroe en textilera de la Bolívar

Como en 1985, hubo un sinnúmero de voluntario­s que se sumaron a los esfuerzos por sacar a personas de entre edificios derruidos

- TRABAJADOR­ES ASEGURAN QUE RESCATÓ A 25 INDIVIDUOS Ignacio Alzaga y Abraham Reza/México Elba Mónica Bravo/México

Dios quiera que ahora sí exista Dios!”, soltó la mujer cuando vio aplastado el edificio de Bolívar y Chimalpopo­ca, en la colonia Obrera. Ahí surgieron infinidad de héroes, pero uno sobresalió: el conserje.

Entre la polvareda, la señora recordó el terremoto de 1985 que mató a su madre; rezó por que hubiera sobrevivie­ntes debajo de toneladas de cemento y metal retorcido, lo que no ocurrió en aquella tragedia.

Como en el temblor de hace 32 años, se desató el terror en la Ciudad de México; como en ese temblor, quedó gente atrapada y hubo sobrevivie­ntes, varios del inmueble de cuatro pisos de la calle Bolívar.

Igual que en 1985, a la tragedia siguió la solidarida­d de gente que hasta con las uñas removía escombros; como en aquel año reventaron aplausos cuando alguien era sacado vivo, ahora del edificio que albergaba la textilera e importador­a de ropa ABC Toys.

Ni las redes sociales y la moderna tecnología móvil evitaron que, como en 1985, la gente de la capital quedara horas incomunica­da.

Había ánimo de auxilio y de apoyo entre un sinnúmero de voluntario­s que tomaron con seriedad la emergencia. Insolentes, llegaron un par de payasos conocidos como Destrampad­os… dijeron que salen en tele. “¿En dónde echtamoch?”, gritaron…. empezaron un fallido show Autoridade­s educativas anunciaron la suspensión de clases en 10 entidades, en tanto concluyen los protocolos de protección civil en los planteles que pudieron ser afectados por el terremoto de 7.1. La medida aplicará a todos los niveles, incluyendo a los centros de institucio­nes como UNAM e IPN. En un comunicado, la SEP precisó que quedarán suspendida­s las clases hasta nuevo aviso en Ciudad de México, Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo y Michoacán. Señaló que se tienen contabiliz­adas afectacion­es en 209 escuelas en la capital, 15 con daños mayores, de acuerdo con datos preliminar­es. “Los planteles permanecer­án cerrados para garantizar la seguridad de niños, maestros, padres de familia y personal administra­tivo”, agregó la dependenci­a. Al respecto, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, informó en entrevista con MILENIO Televisión que había fallas estructura­les en al menos 35 inmuebles escolares. sobre una transmisió­n “en vivo”. La gente encolerizó: “¡A chingar a su madre!” y no se les volvió a ver.

Los esfuerzos continuaro­n. “Silencio señores, cuando levantemos los brazos silencio”, pidieron rescatista­s intentando escuchar voces de sobrevivie­ntes enterrados.

El silencio prevalecía por segundos, enseguida volvía el ruido de socorrista­s profesiona­les e improvisad­os, de golpes de pala, de maquinaria, del vaivén de vehículos. A las 16:27 horas, una fuga de gas interrumpi­ó las tareas de rescate.

Una mujer asiática no soltaba una hoja de papel con los nombres de nueve personas, todas quedaron atrapadas, entre ellas su hermana.

Sonreía nerviosame­nte cada vez que se escuchaba aplausos… la angustia volvía pronto. Estalló en llanto a las 17: 40 horas cuando se recuperó el cadáver de una mujer. Quería verla, no era su hermana, volvía a sufrir y a tener esperanza.

La Policía Federal apoyó con personal y perros en la búsqueda de personas, mientras que policías capitalino­s resguardar­on la zona.

Se sumó la Comunidad Judía, la Marina, la Defensa Nacional, cuerpos de emergencia del Edomex. Ciudadanos llegaban con agua, pan, sándwichs, tacos.

A la zona arribaron el secretario de Gobernació­n, Miguel Ángel Osorio Chong; el comisionad­o de la PF, Manelich Castilla, y el secretario de Desarrollo Social capitalino, José Ramón Amieva.

Según trabajador­es que lograron salir antes del derrumbe, el héroe de Bolívar y Chimalpopo­ca fue el conserje, quien sacó al menos a 25 personas. m stuvo seis horas bajo los escombros del inmueble marcado con el número 286 de la calle Álvaro Obregón, en la colonia Roma, y aun así Óscar Castellano­s alcanzó a textear a uno de sus compañeros: “Estoy atrapado cerca de la escalera de emergencia”. Y este mensaje le salvó la vida.

Tras el sismo de 7.1 grados que sacudió este martes la Ciudad de México las colonias con mayores afectacion­es fueron Centro, Condesa, Juárez y Roma. Al igual que hace 32 años.

Salvador Molina se encontraba cerca de la zona del número 286 cuando una familiar le avisó que su compañero de trabajo Óscar le mandó un mensaje para informarle que estaba bajo los escombros del edificio donde trabajaba en el área de idiomas.

Con la zona acordonada por el Ejército, el joven se acercó a uno de los mandos para decirle lo que había ocurrido. Le preguntaro­n en qué zona se encontraba durante el sismo.

Ese dato ayudó para las labores de rescate, pues dos decenas de militares y la Cruz Roja removieron los escombros en ese lugar.

Después llegó Verónica Hernández, una familiar de Óscar, y mencionó que recibió un último mensaje de auxilio a las 17:20 horas.

Aunque intentó comunicars­e con él, ya no entró la llamada.

Desde las alturas y entre escombros, el personal del Ejército pidió a las más de 300 personas que se encontraba­n sobre el camellón, que se habilitó cómo clínica y cocina, guardar silencio para escuchar ruido de algún sobrevivie­nte entre los escombros.

Hora y media después se vio cómo los rescatista­s sacaban a un hombre de entre las ruinas de lo que fue un edificio de seis pisos. Era Óscar, quien fue entablilla­do y atendido con oxígeno.

Ya en la parte de abajo del inmueble se le colocó en todo el cuerpo una cobija térmica que parecía papel aluminio. Óscar fue trasladado consciente en una ambulancia a la Cruz Roja de Polanco.

La solidarida­d de los capitalino­s se volvió a manifestar como en cualquier momento de contingenc­ia.

Vecinos de la zona improvisar­on cocinas para preparar sándwichs de jamón y tortas de chilaquile­s verdes.

Otros más repartiero­n naranjas y mandarinas a quienes esperaban saber noticias de sus familiares o amigos que se encontraba­n atrapados, así como para animar a los cuerpos de seguridad y rescate.

La solidarida­d fue tal que incluso a Domingo Juárez, un vendedor ambulante de aguas frescas, no le importó perder su inversión del día, poco más de 4 mil pesos, y regaló su agua con la que cubriría los gastos de su familia en la semana. “No me importa perder, lo que importa en esta tarde triste es poder ayudar”, expresó.

En el transcurso de la tarde noche fueron rescatadas alrededor de 19 persona, quienes podrán contar que ellos sobrevivie­ron al sismo de 2017, igual que lo hicieron algunos hace 32 años. m

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