Piden al papa corregir texto sobre el amor en la familia
Un grupo de intelectuales católicos le envía una misiva en la que critica siete puntos de la exhortación apostólica Amoris Laetitia
Una decena de intelectuales católicos (laicos y sacerdotes) solicitaron al papa Francisco que corrija siete errores teológicos graves contenidos en el artículo octavo de Amoris Laetitia, la segunda exhortación apostólica sobre el amor en la familia publicada en 2016.
La carta fechada el 16 de julio consta de 28 cuartillas en las que se detalla lo que estos católicos califican de “herejías” siete puntos que, según ellos, “han dado escándalo a la Iglesia y al mundo sobre la fe y la moral por la publicación de Amoris Laetitia y por otros actos a través de los cuales el pontífice ha dejado suficientemente claros el alcance y el propósito de este documento”.
Señalaron que mientras algunos obispos y cardenales han continuado defendiendo las verdades divinamente reveladas sobre el matrimonio, la ley moral y la recepción de los sacramentos, otros las negaron y no han recibido reprimenda. Por el contrario, aseguran que los religiosos que por medio de la carta buscan que “la verdad del evangelio pueda ser fácilmente afirmada, no han recibido respuesta, sino silencio”, por parte del Vaticano.
La última corrección pública de este tipo fue en 1333 a Juan XXII, que cambió su exhorto
Según los firmantes, no hay otra carta de este tipo en tiempos modernos, ya que el último precedente fue una corrección dirigida al papa Juan XXII a causa de herejías sostenidas en 1333. En aquel momento, aseguran, el pontífice “recibió la corrección con humildad y rectificó públicamente sus equivocaciones”.
Los intelectuales señalan que los errores encontrados en el texto son que el papa asegura que “una persona justificada no tiene la fuerza, con la gracia de Dios, para seguir las exigencias objetivas de la ley divina”. Los firmantes rechazan ese punto argumentando que el texto se puede interpretar “como si cualquiera de los mandamientos de Dios fueran imposibles para los justificados”.
Otro de los puntos que ha causado polémica entre los críticos es la parte de la exhortación sobre el matrimonio que señala: “Los católicos que han obtenido el divorcio civil del cónyuge, con el cual están válidamente casados, y han contraído matrimonio civil con alguna otra persona durante la vida de su cónyuge y viven more uxorio con su pareja, y que eligen permanecer en este estado con pleno conocimiento de la naturaleza de su acto y consentimiento de la voluntad, no están necesariamente en un estado de pecado mortal y pueden recibir la gracia santificante y crecer en la caridad”.
También reprochan la parte del texto que señala: “Un creyente católico puede tener pleno conocimiento de una ley divina y elegir violarla voluntariamente en una materia grave, pero no estar en un estado de pecado mortal como resultado de este acto” y “una persona, mientras obedece una prohibición divina, puede pecar contra Dios por medio de este mismo acto de obediencia”.
Piden al papa que corriga también los parrafos que señalan: “La conciencia puede juzgar verdadera y correctamente que los actos sexuales entre personas que han contraído un matrimonio civil entre sí, aunque uno, o ambos, esté sacramentalmente casado con otra persona, a veces pueden ser moralmente correctos o incluso mandados por Dios”, así como el que señala: “Las verdades morales contenidas en la revelación divina y en la ley natural no incluyen prohibiciones que condenan absolutamente ciertos tipos de actos”.
Finalmente, consideran erróneo el párrafo que afirma: “Nuestro señor Jesucristo quiere que la Iglesia abandone su antiquísima disciplina de denegar la eucaristía y la absolución a aquellos divorciados y nuevamente casados que no expresen ninguna contrición, ni el propósito firme de enmendarse de su actual estado de vida”. m