Brigadistas internacionales se dicen
Sorprendidos por la solidaridad mostrada por los mexicanos ante el desastre
Durante una semana, la solidaridad de la comunidad internacional se ha concentrado en el Centro Nacional de Alto Rendimiento y Talentos Deportivos, donde brigadistas de diferentes países instalaron sus centros de operaciones.
En las instalaciones deportivas ubicadas en el oriente de CdMx, los equipos de rescate de Japón, Ecuador, Panamá, Honduras, Israel, Guatemala y Chile colocaron sus campamentos. Ahora se han retirado, no sin antes llevarse el agradecimiento del pueblo mexicano.
Quienes aún permanecen son las delegaciones de España, EU y Colombia, que en coordinación con la Comisión Nacional de Protección Civil, Sedena, Marina, SRE y Policía Federal evalúan los lugares aún por intervenir y las tareas.
Las pistas han servido para que los rescatistas descansen, incluso puedan recuperarse un poco en los gimnasios del lugar. Así lo han hecho brigadistas colombianos, cuyas jornadas son de seis horas en tres turnos.
Desde la madrugada del 21 de septiembre, un grupo de trabajo con 31 personas entre rescatistas, especialistas en estructuras, paramédicos y dos binomios caninos, además de 25 toneladas de equipo, llegó desde Bogotá con la misión de rescatar vidas.
Laboraron en edificios derrumbados en Coquimbo, Iztapalapa y Álvaro Obregón 286. Desafortunadamente, ya no pudieron rescatar personas con vida. Para la delicada labor, los expertos colombianos colaboraron con un radar capaz de detectar movimientos toráxicos hasta una profundidad de 15 metros en estructuras colapsadas, una herramienta que les ayudó a determinar que, trágicamente, en el lugar no había más vida.
“Es una frustración, porque cuando acudíamos a las asignaciones ya se había hecho la búsqueda, ya prácticamente sin posibilidades de encontrar vida, pero la esperanza se mantenía”, explica Jhon Beltrán, manejador de binomio canino.
Beltrán, del departamento de bomberos de Bogotá, relata su experiencia mientras sujeta a su compañero de cuatro patas, Max, un pitbull blanco, que con su olfato ayudó a ubicar cuerpos.
“Se están recuperando rápidamente, vemos que las vías están funcionando correctamente, van por buen camino, creemos que se van a reponer pronto de esta situación”, comenta.
El líder del equipo de búsqueda y rescate de Colombia, José Antonio Perdoromo, asegura que cuentan con la capacidad de laborar hasta 15 días en México; no obstante, dice que se mantendrán hasta que las autoridades mexicanas y de su país lo determinen.
Mientras el campamento se inunda con el aroma del tinto —café colombiano— los especialistas revisan la jornada del día. Afuera de las tiendas llueve copiosamente, pero a pesar de las condiciones adversas, haber trabajado de cerca con rescatistas y voluntarios mexicanos le permite concluir
“Van por buen camino, creemos que se van a reponer pronto de esta situación”, comentan
a Perdoromo que en este país son unos chingones. “Nosotros usamos un término en Colombia: que somos muy berracos, pues ustedes realmente son mucho más berracos, porque se han unido y no están esperando a que el gobierno haga algo por ustedes, sino que realmente trabajan hombro con hombro para salir avante”, señala.
No muy lejos de ahí, la brigada estadunidense integrada por 67 elementos entre médicos, ingenieros, expertos en búsqueda y rescate, y paramédicos, así como cinco binomios caninos, realizan actividades de estiramiento y relajación.
Pertenecen al departamento de bomberos de Los Ángeles, EU, y Francisco Infante, jefe de batallón es la cabeza.
También llegaron el jueves de la semana pasada, por lo que participaron en varios puntos de la ciudad, pero el lugar que más les impresionó fue el edificio de Álvaro Obregón 286.“Fue una labor complicada en ese punto, es una estructura muy pesada”, explica el bombero de ascendencia latina.
Por lo pronto, las autoridades mexicanas les han pedido ayudar en tareas de revisión de estructuras de inmuebles de gobierno y operaciones en el C5.
“Parece que nuestra tarea aquí ya está por concluir. Pero todos los días estamos listos para cualquier orden”, señala.
“Tenemos experiencia yendo a Haití, Japón, Nepal, Nueva Zelanda y otros desastres, siempre es un nuevo reto, nos capacitamos, pero los salvamentos siempre son un reto, este no fue la excepción”, expone.
Rugby, Clancy, Tanker, Eva y Deva, son los caninos que también prestaron sus olfatos para ayudar a México. Desafortunadamente, ya no recuperaron cuerpos con vida. m