Explican logros de los Nobel con cabellos, gritos o panes
Cada año buscan ejemplos comprensibles para un público más amplio
En los últimos años los miembros de los comités que conceden los premios Nobel de ciencias han recurrido a un cabello, un pretzel y hasta un grito para que los descubrimientos puedan ser comprendidos por un amplio público, empleando fórmulas creativas y divertidas para transmitir el mensaje. “Creo que a veces tenemos un poco de miedo de ir demasiado lejos cuando presentamos los premios, porque es algo serio e importante”, opinó Sven Lidin, que ha estado 12 años en el comité.
Este año la temporada de los Nobel comienza hoy con el anuncio del premio de Medicina, seguido mañana por el de Física y el 4 de octubre el de Química.
Los premios de Literatura, de la Paz y de Economía serán anunciados en los días siguientes.
Como en cada edición, los miembros del comité se enfrentan con la dificultad de explicar la importancia de los trabajos premiados, más allá del ámbito universitario y científico. “Si uno quiere llegar a personas que no sean expertas, tiene que hacer un gran esfuerzo para asegurarse de que todo sea exacto”, detalló el académico de la Universidad de Lund, en Suecia.
Los discursos de Lidin para anunciar a los ganadores han sido memorables, ya que se caracterizan por utilizar todos los sentidos al divulgar su mensaje.
En 2012 emitió un alarido delante de una imagen inspirada por El Grito de Edvard Munch para comunicar los logros del ganador del premio de Química.
Lidin gritó ante una audiencia que estalló en carcajadas, para después explayarse sobre la importancia de los receptores acoplados de las proteínas G. “¿Te acuerdas de la última vez que tuviste realmente miedo? La boca seca, el corazón palpitante (...) Estos son signos que nuestro cuerpo está listo para luchar o para huir”, contó al explicar cómo estas proteínas permiten a nuestras células reaccionar a la adrenalina y a las hormonas.
En 2014 el comité del Nobel de Química decidió recompensar “el desarrollo de la microscopía fluorescente de alta resolución” y, para describir ese hallazgo, Sven Lidin se arrancó un cabello a fin de demostrar cómo algo tan pequeño también puede ser estudiado. “Un solo cabello humano es un centenar de micrómetros. Esto es 500 veces más que el límite de lo que es observable”, explicó.
Mientras que para ilustrar el premio de Física, el miembro del comité Thors Hans Hansson llegó con tres bollos, un pan de canela, un pretzel y un bagel para hablar sobre topología y explicar, con las distintas masas, cómo un estudio sobre deformación de la materia podrá producir ordenadores ultrapotentes en un futuro.
Mostrando la estructura del pretzel, el agujero del bagel y la forma del panecillo explicó la forma en la que los “aislantes topológicos” pueden ser completamente deformados sin perder sus propiedades.
El comité del Nobel de Física emplea a numerosas personas para asegurarse que la información sea comprensible en los medios y en las redes sociales. “La gente sigue atenta los comentarios, pero una demostración entendible no debe comprometer el prestigio”, advirtió Hansson precisando que reciben consejos de expertos en comunicación antes de anunciar el premio. “Es difícil encontrar un equilibrio exacto entre algo que sea comprensible y correcto y al mismo tiempo lograr decir una cosa esencial sobre el objeto de la distinción”, concluyó. m