Incan instala equipo automatizado contra las infecciones hospitalarias
Es el primer instrumento de su tipo adquirido por un centro de salud a escala federal; tarda 50 por ciento menos que las metodologías convencionales en detectar agentes patógenos
En 2016 se registraron más de 39 millones de infecciones respiratorias, gastrointestinales, de vías urinarias o periodontales en las instalaciones hospitalarias que hay en México y estos contagios, sin un correcto tratamiento, aumentan 14 por ciento las probabilidades de fallecer, explicó la química Consuelo Velázquez Acosta, jefa de la Unidad de Microbiología del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
Ante ese panorama, agregó la especialista, el Incan y Abalat, una firma de servicios para centros sanitarios, instalaron un robusto equipo automatizado de laboratorio clínico para el área de microbiología que puede realizar diagnósticos oportunos y certeros de bacterias u otro tipo de sepsis, que son de las principales causas de muerte en hospitales a escala mundial, incluso por encima de las que provocan el cáncer de próstata, el de mama y el VIH/sida juntos. Para detectar los patógenos que hay en una instalación nosocomial, el equipo instalado en el Incan tarda menos de 50 por ciento del tiempo que le lleva a las metodologías convencionales. Además de reducir la mortalidad, la especialista del Incan destacó que esa tecnología contribuye a disminuir los días de hospitalización y los costos asociados a las complicaciones de los pacientes.
Velázquez Acosta también destacó que el equipo, llamado BD Kiestra InoqulA, es el primer instrumento de su tipo instalado a escala federal dentro de un instituto de salud. “Forma parte central de un sistema que permite el procesamiento continuo y la oportunidad a futuro de traer la telebacteriología a través de imágenes automatizadas de alta resolución, las cuales por un lado facilitan el diagnóstico a distancia y, por otro lado, pueden reducir el tiempo (de diagnóstico) a menos de la mitad comparado con los métodos manuales convencionales”, detalló la experta.
El aparato ayuda a disminuir los días de hospitalización y costos por complicaciones Mejora la calidad de los resultados de laboratorio y permite contar con un historial epidemiológico
La telebacteriología también resulta de gran importancia debido a que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha crecido la resistencia bacteriana a los antibióticos y las cirugías como cesáreas o trasplantes, además de las quimioterapias, pueden convertirse en un futuro cercano en intervenciones de muy alto riesgo. “La seguridad y la rapidez en la identificación bacteriana y los estudios de sensibilidad antimicrobiana son esenciales en el manejo de los pacientes con enfermedades infecciosas. Además, la rapidez en el diagnóstico y tratamiento oportuno reduce no solo la morbilidad, sino también la propagación de la infección dentro de la instalación”, subrayó Velázquez Acosta. Juliano Paggiaro, director de Negocios para América Latina de Becton Dickinson (BD) —la empresa que desarrolló la tecnología instalada en el Incan—, indicó que “las enfermedades bacterianas requieren de un correcto e inmediato diagnóstico”, ya que ese tipo de patógenos causan infecciones que evolucionan diario y pueden llegar al punto de no poder controlarse. “El tipo de automatización que permiten estos sistemas de diagnóstico brinda más velocidad de respuesta a los médicos y, a su vez, mejora la calidad de los resultados de laboratorio, además de que permite contar con un historial epidemiológico adecuado de los pacientes, lo que mejora mucho la situación para futuros tratamientos”, aseveró el directivo de BD.
Paggiaro recordó que en este tipo de padecimientos de origen infeccioso el tiempo es fundamental, porque la probabilidad de muerte aumenta cerca de 14 por ciento por cada hora que pasa sin que el paciente reciba un tratamiento adecuado.
En ese tipo de escenario, aseguró, resulta de vital importancia el diagnóstico oportuno de infecciones y la rápida identificación del tipo de bacterias u organismos virales que las causan, a fin de proveer una terapia apropiada y mejorar los resultados en el tratamiento al paciente, así como los gastos relacionados con este tipo de contagios.
Según la OMS, a escala global, las enfermedades infecciosas siguen siendo la segunda causa de muerte y la primera de años perdidos ajustados a discapacidad.
Las estadísticas oficiales de ese organismo internacional también destacan que del total de decesos que ocurren anualmente, los agentes infecciosos provocan aproximadamente 25 por ciento o más de todos los fallecimientos en el planeta, por lo que los patógenos solo son superados como causa de muerte por las enfermedades cardiovasculares. m