Sacro de la Arquidiócesis, José de Jesús Aguilar, afirma que la Secretaría de Cultura inspecciona todas las iglesias afectadas durante los pasados sismos, de las cuales mil 500 tienen severos deterioros
El responsable del Arte
El último reporte oficial sobre templos dañados en el país dado a conocer por el cura José de Jesús Aguilar, responsable de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México, revela que mil 500 de ellos sufren serias afectaciones y 92 están en Ciudad de México.
Al igual que la gran mayoría de templos del país, los de la capital gozan de una riqueza histórica y significado religioso, como al que asistía Isabel, la hija de Moctezuma, convertida al cristianismo, o donde se dice están astillas de la cruz de Jesucristo, así como en la que se veneraba a una virgen rescatada de las aguas y otros que han sido testigos de movilizaciones sociales, como la estudiantil de 1968 y fueron destruidos y dañados por el sismo del 19 de septiembre.
En el corazón de Tacuba se encuentra el templo de San Gabriel Arcángel, construido en el siglo XVI, ahí Isabel, la hija de Moctezuma, quien se casó con el español Juan Cano Saavedra y tuvo cinco hijos, asistía a misa ya convertida al cristianismo, ésta es la familia del emperador azteca cuya descendencia vive en Cáceres, España, narró el especialista en Arte Sacro, Jaime Pérez Guajardo.
Actualmente, el templo se encuentra cerrado por el daño que sufrió en el campanario, se canceló la fiesta patronal del 29 de septiembre y los servicios religiosos se hacen en la capilla alterna y en el atrio donde se colocó un altar, carpa y sillas.
Testigo de la matanza de los estudiantes en el movimiento de 1968, el templo de Santiago Tlatelolco fue construido en 1521, en el lugar donde los mexicas resistieron los embates de los españoles por 18 días. La iglesia se dedicó al santo patrono de las huestes de Hernán Cortés. Este templo sufrió daños en una de sus torres, por lo que se resguardaron las imágenes, como la de Jesucristo y de la virgen en la sacristía, a la espera el dictamen del INAH para reiniciar el servicio religioso.
El templo de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero, fue uno de los más dañados en CdMx.
El sacerdote José de Jesús Aguilar, responsable de Arte Sacro de la arquidiócesis, comentó “poca gente sabe que esta iglesia es una de las más queridas y emblemáticas de la ciudad, porque ahí se venera un milagro antiquísimo, resulta que se encontró una imagen de la virgen María en medio de las aguas de una terrible inundación y fue rescatada, pero como la imagen tenía daños decidieron hacer una copia en un muro” que soportó terremotos, pero no resistió el del 19 de septiembre y su cúpula diseñada por Manuel Tolsá se cayó.
Ambos especialistas coinciden en que la Santa Vera Cruz, construida en 1568 y sustituida en el siglo XVIII por la edificación actual, es un ejemplo de un mal mantenimiento, por lo que se encuentra cerrada y sufrió daños con el sismo.
El viernes MILENIO comprobó que aún las piedras que se cayeron de la fachada no han sido levantadas por las autoridades del INAH.
El templo, fundado en su construcción original por Hernán Cortés, “se dice que en 1555 cuando se abrió el santo sepulcro en Jerusalén y encontraron un trozo de leño, el cual se interpretó que era de la cruz de Jesucristo, se le entregó a Carlos V y él lo envió a México y en la Santa Vera Cruz se resguardaron las astillas”, señaló Pérez Guajardo.
Ahí, también se alberga al Cristo de los siete velos y a la virgen de los Remedios. Es donde están los restos del escultor Manuel Tolsá, quien entre otras muchas obras participó en la construcción de la Catedral Metropolitana y el altar de La Profesa.
La Catedral Metropolitana fue otro inmueble religioso que sufrió daños, así como la escultura pétrea La Esperanza, del arquitecto Manuel Tolsá, la cual se desplomó, dañó el piso del atrio y se fragmentó, por lo que se estudia la posibilidad de reproducirla con un molde, y como medida precautoria las otras dos esculturas La Fe y La Caridad serán removidas con grúas, ya que se encuentran ancladas al edificio.
La torre oriente, que tenía como terminación una esfera de casi tres metros de diámetro sobre la cual estaba enclavada una cruz que penetraba unos 70 centímetros, con el sismo se fracturó en la base y un fragmento cayó sobre una bóveda de El Sagrario, templo adjunto a la Catedral, lo que le provocó un agujero, informó la arquidiócesis.
El cura José de Jesús Aguilar dio a conocer que la Secretaría de Cultura investiga todos los templos dañados y “la cuenta va en mil 500, de tal manera que el patrimonio dañado alcanza los 8 mil millones de pesos, necesarios para restaurar”.
Jaime Pérez consideró que para reparar los templos se requieren proyectos de análisis profesional de restauración, conservación y adecuación, lo cual “puede llevar 15 años de trabajo bien hecho”. m