TRABAJA EN COORDINACIÓN CON LA SECRETARÍA DE CULTURA Urge la Unesco a no demoler el patrimonio
La directora del organismo, Nuria Sanz, recomienda a la sociedad detener decisiones precipitadas que lleven al derribo de los inmuebles históricos
Nuria Sanz, directora y representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) en México, recomienda a la sociedad en general no tomar decisiones precipitadas que lleven a la demolición de cualquier inmueble considerado patrimonio arquitectónico, solo por haberse visto afectado a consecuencia de los sismos del 7, 19 y 23 de septiembre. “Actuar con prudencia frente a cualquier muro que esté dañado y no tomar decisiones aceleradas. Nos quedan todavía dos semanas para poder realizar una segunda evaluación desde el punto de vista arquitectónico, antes de proceder a tomar cualquier acción”, plantea.
Sobre todo porque en días pasados los pobladores de Tetelcingo, municipio de Cuautla, Morelos, demolieron la capilla San Nicolás Tolentino, pese a que el inmueble “no presentaba fallas estructurales, según el dictamen de afectación realizado el mismo 20 de septiembre”, por lo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizará una denuncia de hechos ante el Ministerio Público federal. La representante de la Unesco en México refiere a MILENIO que cualquiera de las medidas que tomen las instituciones será en beneficio de la sociedad y de los sitios patrimoniales.
Pone como ejemplo a Tlayacapan, en Morelos, uno de los lugares más dañados por desplomes y los riesgos estructurales: “Los especialistas tendrán que pensar cuál será la intervención, necesitamos sentarnos y tener sesudas discusiones para ver cuáles pueden ser, de acuerdo con los estándares internacionales, las medidas para abordar y descartar la destrucción de las iglesias, templos y monasterios”.
Apunta que la Unesco estableció de inmediato contacto con María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura federal, quien a su vez, recibió noticias de la directora general con oficinas en París, Irina Bokova, para trabajar codo con codo con el INAH y las autoridades mexicanas.
“Por lo tanto, nuestra labor será colaborar en la definición de un plan de acción, que tendrá algunas ayudas internacionales”.
En su oficina reflexiona y dice que “una de las situaciones que más me ha emocionado es pensar que muchas de las personas que tienen sus casas en condiciones que no pueden habitar, han solicitado que su parroquia o el templo de su barrio sea restaurado mucho antes de pedir por su casa”. Para Nuria Sanz es importante centrarse en la parte que es fundamental del mandato de la Unesco, que vigila la preservación del Patrimonio Mundial, sin dejar de lado la riqueza patrimonial con la que cuenta nuestro país.
“Dentro de nuestras prioridades están los sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, como la Ciudad de México y Xochimilco; la ciudad de Puebla, además de los 14 Monasterios erigidos en las faldas del Popocatépetl, lo que no significa que a través de la colaboración con el resto de las agencias de las Naciones Unidas, podamos colaborar con otros lugares como Oaxaca o como Chiapas; hay ciudades donde existen industrias creativas de la Unesco, con sus artesanías en cadena de producción que necesitan ayuda, y donde existe también un patrimonio conformado por la arquitectura doméstica vernácula”.
Hace una pausa para hablar de los daños que registran los Monasterios del Popocatépetl ubicados entre Puebla y Morelos: “aquí estamos hablando de palabras mayores, cuando nos referimos a ellos estamos hablando de paisajes culturales, religiosos e históricos”.
El caso de Puebla ha sido muy interesante para la Unesco, pues asegura haber trabajado con las autoridades responsables durante los últimos tres años en el mantenimiento sistemático del patrimonio, “por lo que los inmuebles fueron de los menos dañados”.
Respecto a la Ciudad de México y Xochimilco, espacios fundamentales para entender la construcción del paisaje urbano, histórico y religioso de esta urbe, indica que en el primer informe que tiene es que 11 templos resultaron dañados.
Comenta que la Ciudad Universitaria de la UNAM presenta daños que son reparables. En cuanto a la Casa de Luis Barragán, ésta no se vio afectada.
Sanz sostiene que es prematuro decir a cuánto ascenderá el apoyo financiero que brindará la Unesco hasta que no se tenga el diagnóstico final y proyecto detallado de recuperación del patrimonio en México. m