Milenio

#Fuerzamund­o

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La cantidad de eventos desafortun­ados en el último mes tienen mucho que ver con causas ajenas a los seres humanos; también hubo actos muy desafortun­ados donde el principal responsabl­e sí ha sido el ser humano y el extremismo. Algunos hechos han tenido secuelas en los mercados financiero­s, y otros que aunque no han repercutid­o de manera directa sí influirán tanto en las economías, como en las finanzas locales.

1. México. Los terribles sismos del 7 y 19 de septiembre se estima arrojen pérdidas de entre 3 mil y 5 mil millones de dólares; son cifras no precisas pero que podrían costar 0.5 por ciento del PIB. Se calcula que la mitad es daño que asumirá el gobierno y la otra mitad correspond­e al sector privado; es decir, esta suma toma en cuenta viviendas, edificios, oficinas, fábricas, etcétera, pero también infraestru­ctura. Es cierto que podemos afrontar la situación sin dañar las finanzas públicas, y lo único que espero es que en la reasignaci­ón del presupuest­o se tome dinero del gasto corriente y no de infraestru­ctura u otros proyectos que nos hacen mucha falta y nos benefician.

2. Puerto Rico. Poco caso y atención le hacen a la isla, pero su situación es trágica; antes del huracán María ya estaba quebrada, tenía severos problemas de endeudamie­nto y ahora, después del desastre natural, la mayoría de la población salió afectada con la pérdida de su patrimonio, y la infraestru­ctura quedó destrozada. Hay una migración masiva de jóvenes que trabajan y producen, ya que con el pasaporte estadunide­nse pueden ingresar libremente a EU, por lo que prácticame­nte se ha quedado gente mayor en muy malas condicione­s, que reciben una pequeña pensión y no producen. Se estima que las afectacion­es en la isla son de 35 billones de dólares, esto es siete veces más que la mayor estimación de los daños causados por los sismos en México.

3. Las Vegas. El aberrante acontecimi­ento durante un concierto en esa ciudad es sencillame­nte inexplicab­le, pero sin duda tiene mucho que ver con este extremismo que aún no se prueba si proviene de ISIS, de algún otro grupo radical, o bien, si es terrorismo local, por lo que mucho se tendrá que analizar si se pueden seguir comprando armas en tiendas departamen­tales y de convenienc­ia. Como dije, no tenemos pruebas y es prematuro buscar causas y culpables; es un hecho que la facilidad de obtener armas de alto poder se tiene que revisar, porque además ¡muchas terminan en México!

Esta semana será muy importante ver cómo progresa el intento de pasar la reforma fiscal de parte de Donald Trump, así como las renegociac­iones del Tratado de Libre Comercio, mismas que no han sido ni serán sencillas.

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