NADA QUE PERDER
SERGIO EGEA RENUNCIÓ A PUMAS, LUEGO DE GANAR SOLO UN PUNTO EN CINCO PARTIDOS. AHORA, DAVID PATIÑO, EX AUXILIAR DE PACO PALENCIA, LLEGA AL CARGO PARA LO QUE RESTA DEL APERTURA 2017
El Cruz Azul de Paco Jémez se está acostumbrando a semanas buenas, regulares y malas en este Apertura 2017. Es más, la de la goleada frente a Pumas puede considerarse como una muy buena, tal vez la mejor en su registro de la temporada; sin embargo, aún es muy prematuro para asegurar que este equipo estará en la Liguilla, luego de tres años de no conseguirlo.
Y es que si algo ha distinguido a La Máquina en las últimas seis temporadas, es la inestabilidad que suele atacarle en los tramos finales de éstas. Sí, es cierto que en la mayoría de semestres en los que no calificó casi siempre estuvo fuera de puestos de Liguilla durante todo el campeonato, pero hay dos antecedentes que muestran cómo se le fue el boleto de las manos cuando parecía encaminado a obtenerlo.
Eso sí, el conjunto de Paco Jémez también da indicios de tener otro ambiente de cara a la recta final del Apertura, detalles que pueden ser fundamentales para que, por fin, regrese a una disputa por el título de Liga.
LOS DETALLES OPTIMISTAS
Los aspectos positivos que maneja esta versión de Cruz Azul inician en la unión que hay en el vestidor. Desde hace mucho tiempo no se veía a una plantilla de jugadores de La Máquina tan compenetrada con su entrenador.
Sí, es cierto que Paco Jémez ha generado muchas críticas por sus constantes enfrentamientos con los medios de comunicación, pero esto ha generado que el vestidor lo arrope de manera unánime. Desde el torneo pasado, cuando el equipo cayó en una racha muy mala y se habló de un posible cese del español, los jugadores decidieron salir a dar la cara luego de un partido para asumir su responsabilidad, algo que no se había visto en este club.
Otro aspecto que se ha generado en este Cruz Azul es la confianza en el trabajo que se realiza. En los últimos tres años, los malos resultados terminaban por afectar al plantel en demasía. Ahora, la racha de 16 juegos oficiales sin perder ayudó a generar un ambiente positivo en el club, que es capaz de tener reacción, eso sí, ha abusado de los empates.
Por último, en Cruz Azul se está generando una verdadera competencia interna, en la que algunos jugadores empiezan a mostrar un buen nivel gracias a la presión que tienen por no perder su lugar en el once titular. Es pronto, pero La Máquina parece marchar por buen camino.
UN TERRENO PELIGROSO
Sin embargo, viene la etapa más cruenta de la temporada, en la que los puntos valen oro y dejarlos en el camino al final puede costar un lugar en la Liguilla. Cruz Azul ha lidiado con esa terrible realidad en dos ocasiones: Clausura 2015, cuando se mantuvo entre los primeros lugares de la tabla, incluso llegó a ser líder en dos jornadas, pero a falta de tres juegos se desfondó por completo y terminó sin calificar por diferencia de goles.
Una situación similar se presentó al año siguiente, en el Clausura 2016, cuando logró mantenerse en puestos de Liguilla por 10 jornadas, pero otra vez un mal cierre le provocó quedarse marginado de la lucha por el título.
En este Apertura 2017, el conjunto de Paco Jémez siempre ha estado en puestos de Liguilla, pero ahora llega la parte crucial para reafirmar sus aspiraciones. Un despiste puede costarle muy caro, como ya se ha demostrado en otros torneos.