Milenio

La posición más incómoda

Héctor Moreno es uno de los pilares del Tri, pero como nunca antes le había sucedido, llega a una nueva convocator­ia con escasos minutos de juego, tras la inactivida­d que tiene en la Roma

- Minelli Atayde/

Hasta el arranque de esta temporada, Héctor Moreno presumía de una constancia en Europa, pero el que podía significar uno de sus pasos más importante­s de su carrera se ha convertido en un cúmulo de dudas.

La llegada del defensor al club Roma fue el arranque de una ilusión, porque se incorporab­a a un equipo emblemátic­o de Europa. La pretempora­da la arrancó como debía, fue contemplad­o e incluso, se le colocó como lateral izquierdo, una posición en la que alguna vez se le vio en el PSV de Holanda y en selección mexicana, ya con Juan Carlos Osorio como entrenador.

Al paso de los días, la Roma hizo más contrataci­ones. Entre ellas un lateral por izquierda, Urby Emanuelson, quien le tapó esa vía al mexicano. La central también ya estaba copada.

La inquietud se acrecentó con los partidos inciales de la escuadra romana. Moreno no era requerido, se quedaba en el banquillo a la espera de una oportunida­d. El primero fue el duelo contra el Atalanta, el que se ganó 1-0. Ante el Inter de Milán, el ex zaguero tampoco apreció.

Fue hasta la cuarta jornada de la Serie A en la que pudo tener actividad. Jugó 30 minutos en la victoria de los suyos 3-0 sobre el Hellas Verona.

Algunas voces mencionan que es cuestión de paciencia para que Moreno pueda desenvolve­rse de la mejor manera con sus nuevos compañeros. Incluso, en una entrevista que concedió a ESPN, Eusebio di Francesco, entrenador de la Roma, explicó por qué el mexicano no tenía los minutos que se esperaban. En su explicació­n dejó claro que no estaba en su mejor forma física.

“Moreno estuvo en la Copa Confederac­iones y los jugadores llegan de esforzarse mucho con sus seleccione­s y es normal que no regresen al cien por ciento. También cuando un jugador no ha tenido una continuida­d puede alterar la identidad del equipo”.

Enseguida, mencionó que “sostengo que es un jugador de una calidad importante, principalm­ente en la técnica, pero todavía debe mejorar en el aspecto defensivo, que es lo que yo quiero, pero estoy muy contento con su forma de ser”.

Héctor es uno de los pilares de la selección mexicana, y de ahí que sorprenda la poca actividad con la que llega a la convocator­ia para los choques ante Trinidad y Tobago y Honduras, el 6 y el 10 de octubre, que son los últimos del Hexagonal de la Concacaf. La idea del cuadro nacional, como lo han dicho desde que consiguier­on su boleto al Mundial de Rusia 2018, es terminar como primer lugar. En los dos procesos pasados sufrieron para conseguir el pase, y ahora, quieren dejar claro que tienen calidad suficiente para que vuelvan a ser considerad­os los fuertes del área como en antaño.

Sin embargo, al interior del cuadro azteca esperan que esto no le afecte en su rendimient­o para los partidos de eliminator­ia, ya que es el líder de la zaga, y del equipo en general.

Desde su salida de Pumas a finales del 2007 al AZ Alkmaar de Holanda, fue recurrente en las alineacion­es. Sumó 80 partidos de Liga. En 2009 se coronó en la Eridivise, y consiguió la Supercopa de Holanda.

Aunque todavía tenía contrato, en 2011 fue transferid­o al Espanyol de Barcelona, donde su carrera fue al alza por la proyección de la Liga. Fue en la temporada 2011-12 cuando fue catalogado como el mejor jugador de la temporada para el club.

Fueron 118 los duelos de Liga que consiguió disputar. De nueva cuenta daba una clara muestra de que adonde iba él era importante.

Lamentable­mente para su causa, una lesión en el Mundial de Brasil 2014 mermó ese paso con el que andaba en Europa, ya que los medios españoles relacionar­on dicha situación con que Héctor no pudiera salir esa misma temporada a un club de mayor jerarquía.

Para la temporada 2015-16, llegó al PSV, donde se volvió ídolo y un elemento indispensa­ble en la alineación.

Su incorporac­ión a la Roma de Italia dista mucho de los que se quería de uno de los jugadores más estables en su paso por el Viejo Continente. Aunque sin duda, Moreno tiene condicione­s y mentalidad para revertir su situación actual.

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Héctor Moreno (d), durante un entrenamie­nto de la selección mexicana

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