Querétaro (2011-12), Toluca (2013-16), Chiapas (2016), Puebla (2017), Veracruz (2017-?)

En los últimos años, equipos del futbol mexicano han optado por repatriar o retomar a directores técnicos cesados en un torneo, en lugar de apostar por nuevas caras.

Esta tendencia se refleja de mayor forma a mitad de los torneos. Los malos números meten presión en las directivas que como solución toman esta determinación a manera de ‘bomberazo’.

Tal es el caso de Puebla que aunque abandonó el sótano de la tabla general, los ocho puntos de 33 disponibles no fueron argumentos suficientes para que Rafael García continuara en la dirección de los camoteros.

Más que aspirar a un lugar en Liguilla lo más preocupante para el conjunto poblano es el tema del descenso pues se encuentran en el lugar 15 de la porcentual con un cociente de 1.7772 (93 puntos de 79 cotejos). Es por ello que la directiva confío en Enrique Meza para tomar las riendas del equipo y éste será el séptimo equipo bajo sus órdenes porque anteriormente dirigió a Cruz Azul, Morelia, Toros Neza, Toluca, Atlas y Pachuca, algunos de ellos en diferentes etapas desde 1992 y hasta la fecha.

Hace una semana, Veracruz aplicó la misma fórmula y apostó por retornar a José Saturnino Cardozo en lugar de Juan Luna.

Aunque la continuidad no garantiza el éxito, son escasas las ocasiones en las que un entrenador que ingresa a un equipo como relevo a mitad o poco más de la mitad de un curso logra repuntar a un equipo y sobre todo con un compromiso tan complicado como es el tema del no descenso. Sea como sea, las directivas de la Liga Mx se apiadaron del refrán “más vale viejo conocido que nuevo por conocer” para buscar la salvación.