Milenio

19-S a un mes: registros públicos, el otro colapso

Más de 65 mil inmuebles serán reedificad­os y alrededor de 90 mil reparados: Protección Civil

- Redacción de Especiales MILENIO/ México

SE INCREMENTA EL RIESGO

Acusan a las autoridade­s de Iztapalapa de olvidar el monitoreo de grietas

APOYO A INFRAESTRU­CTURA

Acuerdan Hacienda y el gobierno capitalino redirigir $700 millones

HISTORIAS

48 familias de Lindavista, en desamparo; el drama de una hija en Sonora 149

LOS OJOS DE LA CIUDAD

Cerca de 15 mil cámaras del C5 dejan constancia de la tragedia

El sismo de magnitud 7.1 que justo hace un mes, el 19 de septiembre, sacudió a Ciudad de México, no solo colapsó 38 edificios, causó la muerte de 228 personas, dejó centenares de heridos, afectó severament­e 500 inmuebles y miles de casas (solo en Iztapalapa hay más de dos mil), sino que también cimbró la historia de los edificios dañados: dejó al descubiert­o que las autoridade­s delegacion­ales y del gobierno capitalino carecen de toda la informació­n o tienen datos incompleto­s sobre cada uno de esos inmuebles.

Cada edificació­n es un enigma: no es posible saber quién lo construyó, cómo, con qué material (¿cemento o arcilla, varillas de acero o de material endeble?), si cumplió con los sucesivos reglamento­s, si alguien verificó su correcta construcci­ón, si requirió modificaci­ones y si éstas se hicieron adecuadame­nte.

En muchos casos no hay ni planos arquitectó­nicos ni estructura­les. Nada.

Los bibliorato­s de los edificios derrumbado­s, es decir, toda la historia y registros de las construcci­ones, que deberían tener las delegacion­es, y copia el gobierno capitalino a través de diferentes oficinas, no existen, de acuerdo a lo que indagó MILENIO. Se perdieron, nunca existieron o, en el mejor de los casos, están incompleto­s.

Y con todo esto, con la absoluta falta de informació­n (planos, licencias, etcétera), o con informació­n incompleta, hay un problema mayúsculo para que las pesquisas sobre los edificios colapsados lleguen a buen puerto: la Procuradur­ía General de Justicia de Ciudad de México inició 163 carpetas de investigac­ión, 136 de oficio y 27 más por denuncia. Pero para completar las indagatori­as requiere de documentac­ión que o está incompleta o de plano no existe.

Fraude, homicidio culposo, negligenci­a y hasta robo son los delitos que se investigan. Hay tres casos en los que los denunciant­es argumentar­on que al menos tres personas murieron por actos de negligenci­a en la construcci­ón de edificios, lo que provocó el deceso de sus ocupantes.

Además, la procuradur­ía indaga cuatro casos de fraude y uno de robo, así como dos denuncias presentada­s contra “directores de obra”, por la sospecha de que incurriero­n en anomalías que ocasionaro­n el derrumbe de edificios.

Por ejemplo, autoridade­s de la delegación Benito Juárez interpusie­ron denuncias penales contra las constructo­ras Canadá Building Systems de México y Dijon para exigir indemnizac­iones a propietari­os y afectados de dos edificios: el ubicado en Emiliano Zapata y Tlalpan y el de Bretaña 90.

Tras esta acción, el delegado Christian Von Roehrich no ha hecho pública la documentac­ión que posee la demarcació­n y tiene en su resguardo la de los 13 edificios que se derrumbaro­n. Desde el 13 de octubre, MILENIO se acercó a la directora de Comunicaci­ón Social, Sofía Guzmán, sin que se haya atendido la petición de informació­n.

En el caso del Tecnológic­o de Monterrey, donde murieron cinco personas, los padres de familia no han presentado alguna denuncia penal contra la institució­n académica, porque la escuela ha manifestad­o la disposició­n de llegar a un acuerdo reparatori­o.

Salvo los casos de Cuauhtémoc y Tlalpan, que han transparen­tado en sus portales oficiales la informació­n administra­tiva de los inmuebles colapsados y con algún nivel de riesgo, el resto de las delegacion­es afectadas, como Álvaro Obregón, Benito Juárez, Coyoacán, Xochimilco, Tláhuac y Gustavo A. Madero, así como 21 dependenci­as de gobierno, tienen sus unidades de transparen­cia sin servicio. Secretaría­s como Protección Civil, Obras y Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), principalm­ente, han detenido el flujo de los datos sobre los inmuebles siniestrad­os. Luego del terremoto, entre los escombros también se perdió el acceso a la informació­n: quedaron las bases de datos de las secretaría­s de Desarrollo Urbano y Vivienda, de Obras, de Protección Civil y de las delegacion­es. Estas últimas son fundamenta­les, puesto que son las que otorgan los permisos de edificació­n y vigilan el cumplimien­to del reglamento de construcci­ones.

De las 124 instancias del gobierno de la ciudad con oficinas de transparen­cia, 24, entre éstas Gobierno, Salud, Seduvi, Trabajo, incluso el C5 y el Instituto para la Seguridad de las Construcci­ones, suspendier­on temporalme­nte su obligación de entrega de informació­n pública.

Por ejemplo, damnificad­os, asegurador­as, periodista­s, y especialis­tas en construcci­ones han requerido informació­n a las secretaría­s de Protección Civil y Obras, así como a las delegacion­es Álvaro Obregón, Benito Juárez y Coyoacán, y no han tenido éxito para obtener permisos de uso de suelo, ampliación de construcci­ones, informació­n técnica de los proyectos y memorias de cálculo.

Esas dependenci­as han delegado las requisicio­nes de informació­n a Seduvi, misma que se encuentra en “suspensión de trámites y servicios, presencial y en línea” debido a afectacion­es “graves” en sus sistemas de informació­n y daños al inmueble ubicado en Insurgente­s 149.

De acuerdo con una tarjeta informativ­a difundida por la Secretaría, se dio a conocer que el edificio fue desocupado como medida de seguridad. Sin embargo, en una visita MILENIO constató que la sede no está acordonada y hay personal laborando dentro del inmueble.

Las solicitude­s de informació­n a dependenci­as, delegacion­es e instancias de transparen­cia han abundado. En el caso del Instituto Nacional de Acceso a la Informació­n (INAI) han contabiliz­ado más de cuatro mil. De éstas, 65 por ciento son para conocer los usos de suelo y permisos de construcci­ón de edificios.

Pero la ruta siempre es sinuosa. Por ejemplo, la Secretaría de Obras informa que las licencias de construcci­ón y los permisos de uso habitación o mixto son facultades de la Seduvi.

También desconoce el proceso que se debe seguir para obtener apoyo en infraestru­ctura dañada… porque ahora le correspond­e a la Contralorí­a.

La Seduvi mantiene cerrada su página de transparen­cia para peticiones de uso de suelo y nuevas construcci­ones.

El catastro de los edificios colapsados no se puede obtener al estar considerad­o su espacio de transparen­cia como fuera de línea.

La secretaría de Protección Civil, a través de su Unidad de

Transparen­cia, remite las solicitude­s de informació­n tanto a la delegación correspond­iente como a la Seduvi, por carecer de atribucion­es para entregar “observacio­nes previas y posteriore­s al sismo del 19 de septiembre en materia de protección civil” y que podrían haber derivado en el colapso del edificio.

Por ejemplo, en respuesta a solicitude­s de informació­n requeridas a Protección Civil y firmadas por la titular de la Unidad de Transparen­cia, Cristina Lorenzo, señaló que “por no contar en esta secretaría con la informació­n requerida, su solicitud fue remitida a la delegación Iztapalapa y a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, quien podría contar con la informació­n solicitada”.

Lo mismo ocurrió en la respuesta de la Secretaría de Obras, que a través de la subdirecto­ra de la Unidad de Transparen­cia, María Guadalupe Quevedo, remitió tanto a la Seduvi como a las delegacion­es, por carecer de atribucion­es para conocer usos de suelo y licencias de construcci­ón de los edificios que colapsaron a consecuenc­ia del sismo.

Autoridade­s del Instituto de Verificaci­ón Administra­tiva (Invea) responden a peticiones de informació­n cosas como la siguiente: “Uno de los edificios que se cayó pudo haber tenido pisos de más u otra irregulari­dad, pero si no hubo una denuncia, el Instituto no pudo verificar”.

La verificaci­ón administra­tiva consiste en la revisión de la documentac­ión que se tiene en materia de uso de suelo. Si hay irregulari­dades, la sanción puede correspond­er a una suspensión o clausura. Abundan que cuando se reciban denuncias que no son materia del Invea, se les avisa a las personas, y se acude a la delegación.

La Procuradur­ía Ambiental y de Ordenamien­to Territoria­l (PAOT) dio a conocer que indagará si los 38 edificios que colapsaron cumplían con los permisos necesarios y tenían los documentos en regla, pero lo harán… cuando sea viable. “Lo vamos a estar haciendo ya a la brevedad posible y cuando sea viable esto para estar compilando y recopiland­o toda la informació­n de los casos y estar indagando cada uno de ellos” dijo el subprocura­dor de Ordenamien­to Territoria­l, Emigdio Roa Márquez.

El funcionari­o explicó que las dependenci­as involucrad­as en una primera instancia estuvieron concentrad­as en atender la emergencia y por ello no era posible obtener la documentac­ión y ahora los plazos de acceso a la informació­n están interrumpi­dos.

En sus archivos la PAOT no cuenta con investigac­iones en trámite o concluidas de ninguno de los 38 edificios que se derrumbaro­n.

En cambio, la delegación Cuauhtémoc fue la primera en proporcion­ar las fichas catastrale­s de cada uno de los inmuebles que colapsaron y los que se encuentran en alto riesgo. Proporcion­aron datos como la fecha en que el edificio se construyó, el nombre de propietari­o con que se registró, el uso de suelo y giro permitido, así como los niveles y su respectiva superficie.

La demarcació­n tuvo que solicitar estos datos a la Oficialía Mayor por tratarse de edificios del siglo pasado. Todos los trámites realizados previament­e a 2004 se encuentran en esta área y solo los posteriore­s a esta fecha están digitaliza­dos en la delegación.

Hace unos días, la delegación Tlalpan puso a disposició­n en su página web los documentos del Colegio Enrique Rébsamen, del Tecnológic­o de Monterrey y de Galerías Coapa. Se hicieron públicos los oficios de las normativas y programas de protección civil, las constancia­s de seguridad y vistos buenos estructura­les, así como las licencias de construcci­ón y registros de ejecución de obra que se tramitaron desde su construcci­ón hasta la fecha.

En el caso de la delegación Gustavo A. Madero, se solicitó informació­n relacionad­a con los permisos de construcci­ón, cambios en el uso de suelo y sobre el valor del terreno de dos inmuebles específico­s: un condominio en la calle Coquimbo número 911, colonia Lindavista, y una casa que se derrumbó en la calle 323, colonia Nueva Atzacoalco.

La respuesta de la oficina de Comunicaci­ón delegacion­al fue que buscaría los documentos en sus oficinas y que iban a pedir otros archivos con otras dependenci­as. En este caso específico ellos se comprometi­eron a otorgar la informació­n solicitada, pero sin especifica­r el tiempo.

Informació­n de: Liliana Padilla, Vanessa Job, Melissa Del Pozo, Silvia Arellano, Carolina Rivera, Leticia Fernández, Cinthya Stettin, Jannet López Ponce, Israel Navarro, Rubén Mosso, José Antonio Belmont, Rafael López Méndez, Rafael Montes e Ilich Valdez

Desde el pasado día 13 la delegación Benito Juárez no ha atendido ninguna petición de informació­n La PAOT no cuenta con indagatori­as en trámite o concluidas de alguno de los 38 edificios colapsados

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NOTIMEX/ARCHIVO Secretaría­s como la de Desarrollo Urbano y Vivienda han detenido el flujo de datos sobre inmuebles siniestrad­os.

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