SE PRESENTA EL CORO DE MADRIGALISTAS En Catedral, cantos por las víctimas del sismo
Bajo la batuta del español Carlos Aransay, la agrupación interpretará hoy un programa que incluirá el Réquiem op. 9 de Maurice Duruflé
Con un concierto en memoria de las víctimas de los sismos de septiembre en México, el Coro de Madrigalistas, bajo la dirección de Carlos Aransay, se presentará hoy a las 20:00 en la Catedral Metropolitana. La agrupación del Instituto Nacional de Bellas Artes también cantará en el Palacio de Bellas Artes el domingo 22 a las 17:00.
Ofrecer este tributo nos lleva a pensar en Edgard Varese, quien afirmó que “cantar juntos la más grande música coral de todos los tiempos es la manera más segura En estos tiempos turbulentos, advierte Carlos Aransay, “es muy importante no deshumanizarnos. Nos humanizamos cuando verdaderamente nos unimos para hacer algo mayor que lo que puede hacer un individuo, ya sea los grandes esfuerzos que se hicieron para ayudar, totalmente espontáneos, después del temblor, como la manera en que la gente se ha unido y se ha portado de manera ejemplar”.
Pero la parte que enriquece el espíritu, agrega, “no es únicamente esa solidaridad, sino que también de desarrollar en una comunidad ese sentido de cualidad y respeto por la belleza, que es la base de una cultura musical”. requerimos de la música, del arte, de un buen libro o de reunirnos en un parque a hacer algo juntos: a pasear, a charlar. Eso es muy importante. La música alimenta el espíritu porque nos ayuda a tener momentos en que podemos despejar nuestra mente. Equivale a un momento de meditación, de descanso mental. Y la música que vamos a presentar verdaderamente nos inspira y nos eleva. Hoy, en la Catedral, va a ser un momento muy especial de recogimiento, reflexión y paz”. Esta es la tercera vez en que el director español trabaja con Madrigalistas. En esta ocasión está en México en una estancia de cuatro meses. “Es el coro profesional más importante del país —dice en entrevista—. Hemos tenido una actividad muy intensa, aunque complicada por el sismo del 19 de septiembre, pero trabajamos con mucha ilusión para estas presentaciones”.
También invitado por el Coro de la Ópera de Bellas Artes, hace unos días participó en el montaje de La fanciulla del West, de Puccini, y más adelante estará en El murciélago, de Strauss.
En el programa de Catedral, el grupo incluirá el Réquiem op. 9, de Maurice Duruflé, que Aransay califica como “una gran obra para coro, solos, órgano y violonchelo. Es un pieza sacra, escrita en Francia en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, basada en los cantos gregorianos. Aunque es un réquiem, es una obra llena de esperanza, donde no hay castigo divino en ese famoso Día de ira. Está llena de optimismo, de luz y nos hace un llamado al recogimiento y a la esperanza. Me parece verdaderamente perfecta para marcar el mes del temblor”. ¿Cómo describiría su sonoridad? Es muy especial, porque está muy influida por el impresionismo francés —Fauré, Debussy y Ravel— y una corriente llamada neomedieval, que es el recurso de los cantos gregorianos, pero traídos al siglo XX. Es de una sonoridad muy suave, con momentos de mucha luz y belleza, pero también con pasajes muy dramáticos. ¿Cómo será el programa de Bellas Artes? El concierto se denomina Noche y luz. Música para la Noche y el Día de Muertos y está dividido en dos partes: la primera rescata obras que tienen que ver con la muerte y la noche, con piezas de Cristóbal de Morales, Alonso Lobo, Orlando de Lasso, Knut Nystedt, Jean-Philippe Rameau, Camilla Saint-Saëns y Montern Lauridaen. La segunda está dedicada a la luz y a la vida, con obras de Thomas Tallis, Orlando di Lasso, Edward Elgar, Fernando Moruja, Iñigo Igualador, Alberto Alcaraz y Sid Robinovitch. ¿Qué periodos abarca? Hacemos un repaso desde el Renacimiento hasta la música contemporánea con obras que han sido dedicadas o inspiradas por la noche y el día, la muerte y la vida, la oscuridad y la luz. M