Enoturismo, la otra cara que presenta la industria del vino
La comercialización de esta bebida fermentada tiene un valor de mil 500 mdp
Su historia, se calcula, comenzó en los años 6,000 a.C., cuando los egipcios sofisticaron su uso y lo implementaron como símbolo de estatus social y le dieron una valoración más elevada a los fermentados de zumo de uva que tenían mayor tiempo en ánforas; por su parte, los griegos incluso le dieron un dios: Dionisio, hijo de Zeus y Sémele, a quien la cultura desarrollada en la península de los Balcanes representó siempre con una copa en la mano y los romanos lo denominaron Baco.
En México la industria vitivinícola comenzó trás la concesión en 1597 del rey Felipe II al coahuilense Lorenzo García, de una merced para plantar viñedos, con la que creó Hacienda San Lorenzo, conocida en la actualidad como Casa Madero, que fue la primera empresa del tipo en el país.
De ahí los frailes encargados de las misiones y otros empresarios como Andonegui y Ángelo Cetto impulsaron la gesta del vino mexicano, que según datos de la agencia de investigación Euromonitor, tiene un valor de mil 500 millones de pesos.
Con un incremento de 25 por ciento frente al año 2000, la producción anual de toneladas de uvas de mesa se estima en cerca de 260 mil. De ellas, alrededor de 60 por ciento es exportada, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), institución a la que México entró el año pasado. Con tal crecimiento, la producción de los 11 estados mexicanos que destacan en la industria es de cerca de 200 mil hectolitros.
Sin embargo, el desarrollo de esta industria se ha gestado también a través del turismo enológico (o enoturismo), el cual vincula el turismo de tipo gastronómico y cultural para potencializar las zonas productoras, mediante la muestra de la producción, catas, eventos especiales y venta en las bodegas.
Pese a que los esfuerzos por potencializar la industria y el incremento del 10 por ciento del consumo de vino el año pasado, alrededor del 70 por ciento del consumo nacional se hace sobre el producto extranjero. De hecho, durante 2016 las importaciones principalmente de Estados Unidos, Chile y España, se ubicaron en 11.4 millones de litros y 6.9 millones de dólares, un