Dedica Les Voix Humaines concierto a la melancolía
El Templo de La Valenciana fue el crisol donde se fundieron las notas diáfanas y gloriosas de la música antigua de fina hechura y el público del Festival Internacional Cervantino (FIC). El programa estuvo dedicado a la desazón de la guerra y a la melancolía, a los soldados y a quienes dirigen las guerras, a la resonancia de los tambores bélicos y al estruendo de los rudos cañones.
Fue Guerras y lágrimas, recital a cargo de Les Voix Humaines Consort. La agrupación canadiense, integrada por expertos en el repertorio del siglo XVII, dio una cátedra sobre la vasta literatura escrita para viola.
Cinco violas de diferentes tamaños conforman la dotación instrumental del grupo. Compartieron el escenario con Nigel North, reconocido intérprete de laúd nacido en Londres para interpretar Lacrimoe or Seaven Tears, del compositor John Dowland.
Se trata de un conjunto de obras melancólicas para laúd y violas, dedicadas a tipos específicos de lágrimas: como las antiguas, gimientes, tristes, forzadas, de un amante y verdaderas.
Su carácter sombrío y belleza armónica, le ha granjeado a Lacrimoe or Seaven Tears un lugar especial dentro del repertorio de ensambles consagrados a la música antigua, como Hesperion XXI, de Jordi Savall, y el grupo canadiense. m