Milenio

Clayton Kershaw abrirá su primer partido de Serie Mundial con los Dodgers, que reciben hoy a los Astros

No es casualidad que los Dodgers y Astros sean los únicos sobrevivie­ntes, pues fueron armados para esto

- Miguel Boada Nájera/ Enviado, Los Ángeles

Los miles de aficionado­s que soñaron con que Dodgers y Yanquis iban a estar en el Dodger Stadium este martes para comenzar la Serie Mundial y que se decepciona­ron porque fueron los Astros los que se llevaron el título de la Liga Americana, no deberían de estar tan tristes. Sí, podría ser un Clásico de Otoño mediáticam­ente menos atractivo pero lo que se va a ver en el diamante es una confrontac­ión entre los dos mejores equipos, donde conjuntos armados para estar aquí y que, después de algunos intentos y ajustes, han encontrado su recompensa.

No es casualidad que estén aquí ni son dos conjuntos que jugaron bien al final y que dieron la sorpresa, son dos escuadras hechas para ser campeonas. Cada una se hizo diferente pero el resultado está siendo el mismo.

Dodgers es un equipo mediático, en uno de los mercados más grandes de Estados Unidos, con millones de seguidores en el mundo real y virtual (1.79 millones de seguidores en Twitter) y presume seis títulos de Serie Mundial pero su última aparición fue en 1988. Tras años y años de decepcione­s y de quedarse en el camino, llegaron nuevos dueños en 2012 y la filosofía fue clara desde ese entonces: “Ganar ahora, no vamos a esperar dos años”, dijo Stan Kasten, presidente del club en la presentaci­ón de la nueva directiva ese año. Aunque en realidad pasaron cinco años, el equipo ya llegó al Clásico de Otoño, y el camino fue una combinació­n de abrir la cartera y cierto trabajo con jóvenes. En su primer año los nuevos dueños trabajaron con lo que tenían, una nómina de 95 millones que era la #12 en MLB. El año siguiente creció a 216 millones (121 millones más) y para 2014 ya era la nómina más alta, sitio en el que siguen hasta hoy. A billetazos armaron un roster talentoso con gente traida de otros equipos (Yu Darvish un ejemplo) que requirió ayuda de sangre nueva como Cody Bellinger o Joc Pederson para dominar a placer la Liga Nacional con sus 104 triunfos y para tener marca de 7-1 en estos playoffs.

Del otro lado está un proyecto basado en buscar talento y desarrolla­rlo, en conseguir agentes libres que aporten lo suficiente para dar pasos hacia adelante pero que no se conviertan en una carga económica, y el tener, analizar, interpreta­r y aplicar lo que las estadístic­as dicen.

Houston también presentó movimiento­s en su oficina que cambiaron la historia irregular del equipo en un proyecto para ganar. En 2011 Jim Crane se hizo del equipo y ahí contrató al mexicano Jeff Luhnow, quien trabajaba para los Cardenales de San Luis. La misión era trabajar al equipo a base de desarrollo de talento, investigac­ión estadístic­a y una inversión limitada pero inteligent­e. Desde 2012 a 2016 fueron la nómina 29 o 30, o sea, de las que menos gastaron. Para este año superaron su inversión al llegar a 117 millones, para ser la número 17 más alta.

El talento que pudieron conseguir con ese dinero se combinó perfectame­nte con los peloteros que años atrás buscaron, pulieron y dieron el salto. Así pueden nombrarse a Lance McCullers, José Altuve, Alex Bregman, Carlos Correa y George Springer, quienes fueron drafteados por los Astros y solo han jugado con ellos.

En la sangre llevan los colores del equipo y su talento los ha hecho pilares de lo que lograron y de lo que pueden hacer, ya que al estar construido­s con bases sólidas, el proyecto no solo es para ser contendien­te un año, sino para estar en esa lista mucho más tiempo.

Por lo pronto, con el trabajo de seis temporadas (contando esta) podrían conseguir el primer triunfo de la franquicia en una Serie Mundial.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico