Frente a la devastación, el cinismo de la clase política
Ayer se presentó el resultado de la Consulta Nacional sobre el Modelo de Procuración de Justicia elaborada por el CIDE, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) a petición de la Procuraduría General de la República, la Cámara de Diputados y el Senado de la República. Dicen, entre otras cosas: “La confianza ciudadana hacia las instituciones que operan estos sistemas es bajísima. La corrupción, la ausencia de imparcialidad, las violaciones de derechos humanos y las enormes deficiencias en la gestión al interior de las procuradurías son claramente los factores que alimentan a la desconfianza… La Consulta también refleja importantes problemas en la conducción de las instituciones para la transición plena hacia el modelo acusatorio. De igual manera, se perciben problemas en la organización de las instituciones y en los métodos de trabajo que emplean”. El panorama, no es alentador. Dicen: “Se perciben importantes dificultades para identificar a los órganos encargados de la definición y conducción de políticas orientadas a enfrentar los fenómenos delictivos en el país. Las indefiniciones del modelo federal de distribución de competencias contribuyen a la generación de incertidumbre y diluyen responsabilidades.
“Los problemas antes señalados no se pueden corregir en el corto plazo. Tampoco bastan los cambios en aspectos muy puntuales para corregir el rumbo. Resulta ingenuo e irresponsable ofrecer resultados positivos en lo inmediato. Estamos frente a un proyecto que tomará años para su ejecución, que requiere de múltiples liderazgos y recursos suficientes, que debe explicitar sus objetivos, que está obligado a delinear su ruta de acción y fijar con claridad la forma en la que se evaluarán y rendirán cuenta de sus resultados”. El diagnóstico es más amplio y más grave. En realidad, de lo que ayer dieron cuenta estas prestigiosas instituciones, es algo que sabíamos y, sobre todo, que vivíamos.
Lo verdaderamente grave es que, de alguna manera, sin el rigor que hoy tiene esta consulta, lo sabíamos.
Y, como también sabemos, es un asunto que quienes nos gobiernan han ignorado desde hace años. Tal vez, es una hipótesis documentada, la aplicación de la ley, la justicia, no le conviene a algunos. M