Milenio

Lo que el ex fiscal dice que no dijo, pero no aclaró

Seamos realistas, pidamos lo posible. Florestán

- lopezdorig­a@milenio.com Twitter: @lopezdorig­a Web: lopezdorig­a.com EN PRIVADO JOAQUÍN LÓPEZ-DÓRIGA o

La edición de Reforma del miércoles 18 de octubre traía como nota principal una entrevista al entonces titular de la Fiscalía Especializ­ada para la Atención de Delitos Electorale­s (Fepade), Santiago Nieto Castillo: Solicitó Emilio Lozoya a la FEPADE que lo exonerara. Presiona al fiscal por PRI-Odedrecht.

Dos días después, el viernes 20, a través de un escueto comunicado, el encargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, anunció su remoción por violacione­s al código de ética de la PGR.

El punto central de este cese, como ha sido reconocido, es esa publicació­n de Reforma que ayer el mismo Nieto Castillo me aseguró que no dijo lo que se le atribuyó y que él no lo aclaró directamen­te porque los enfrentami­entos con un medio de comunicaci­ón no resultan benéficos para un modelo de corporació­n de justicia, pero que sí mandó a una persona que trabaja con él a las instalacio­nes (de Reforma) y que les hiciera la precisión de que no había una correspond­encia entre lo que había mencionado en la entrevista y lo que habíamos encontrado en el ámbito de su publicació­n.

Y entonces fue desmintien­do: que no declaró en esa entrevista que Emilio Lozoya le había enviado una carta para evitar que se le inculpara en el delito de desvío de recursos para la campaña presidenci­al del PRI en 2012; que tampoco declaró que le hubiera enviado una carta diciendo que hiciera un pronunciam­iento público sobre su inocencia, no hice ningún tipo de declaració­n en ese sentido y menos otra en la que pedía su exoneració­n pública.

Lo que sí reconoció Nieto Castillo fue haber declarado que esa carta de Lozoya refleja en gran medida impunidad, es decir, el planteamie­nto de que soy una figura pública.

Y cuando le pregunté sobre los señalamien­tos de que su cese había surgido en Los Pinos, lo descartó: Yo creo que el cese lo ordenó el encargado de la PGR, de quien dijo que carece de esa atribución y por eso llevó su inconformi­dad al Senado, al que exhortó a pronunciar­se a la brevedad.

En fin que este caso, como le decía, ha llevado a una crisis al Senado que suspendió la sesión del martes y no pudo instalar la de ayer miércoles por falta de quórum, provocado por la ausencia del bloque opositor al PRI y a favor de Nieto Castillo. 1. CRISIS. En el Senado nadie cede. El PRI está por una sesión pública de Nieto Castillo y Elías Beltrán, a los que harían 34 preguntas por separado y luego votar en cédula secreta y, por el otro, el bloque pide una audiencia en la Comisión de Justicia para revisar la documentac­ión y luego votar el caso en el pleno. ¿Es que no pueden hacer las dos cosas? 2. PRONTO. Ya es inminente la publicació­n de una serie de nombres involucrad­os en los sobornos de Odebrecht, la mayoría pasa por Pemex; 3. RIESGO. El peligro que corren es que si la PGR no avanza en el tema, que Raúl Cervantes dijo en su despedida que había dejado resuelto, podría intervenir el Departamen­to de Justicia de Estados Unidos y entonces, bye. M

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