Reseña de El cambio climático...
Mario Molina, José Sarukhán y Julia Carabias pre- sentaron, hace poco, un libro titulado El cambio climático: causas, efectos y soluciones, editado por el FCE y la SEP. Es un libro indispensable. Responde a la necesidad de que el público en general cuente, aquí y ahora, con información sólida y documentada sobre lo que es, sin duda, el desafío más grande en la historia de la humanidad: el cambio climático que pone en peligro la vida, tal como la conocemos. El libro comienza y termina con una afirmación que evoca la magnitud de la responsabilidad que tiene la humanidad en este momento de su historia. Las generaciones anteriores a la nuestra, afirman los autores, no tenían el grado de conocimiento que tenemos nosotros hoy sobre las causas que explican el cambio climático, y las generaciones que nos sucederán ya no tendrán tiempo para llevar a cabo las acciones que nosotros ahora, con un costo menor, podemos y debemos realizar. Es un libro, así, que nos llama a todos a actuar.
El cambio climático... empieza con un recuento de las ideas sobre la naturaleza del clima que circularon a partir del siglo XVIII, para luego describir algo que, lejos de ser una realidad inmutable, es un sistema complejo y delicado, muy frágil, parecido a un milagro: el clima. Habla de las causas naturales de las variaciones del clima, con datos y figuras, y aborda después las razones que hicieron que la temperatura del planeta, que por miles de años se mantuvo estable en un promedio de 15 grados centígrados, haciendo posible la vida que conocemos, empezara a cambiar desde la Revolución Industrial y de forma dramática en el último tercio del siglo XX. ¿Cuáles son? Uno, el crecimiento de la población mundial (menos de mil millones de personas al comenzar el siglo XIX, más de 7 mil millones al comenzar el siglo XXI). Dos, el aumento de la demanda de energía por habitante, que ha crecido a un ritmo aún mayor. Y tres, el tipo de tecnología usada para generar esa energía, con el empleo intensivo de combustibles fósiles, por ejemplo, que generan gases de efecto invernadero en cantidades tan grandes que no pueden ser absorbidas por la naturaleza.
Estas son las causas del cambio climático. ¿Cuáles son los efectos? Muchos, y en potencia devastadores. Uno de ellos es el incremento del nivel del mar. El deshielo del Polo Norte no causaría diferencia alguna en ese nivel, afirman los autores, pero, en cambio, “la pérdida de todo el hielo antártico elevaría el nivel del mar hasta 70 metros” (p.71). Lo que esto significa adquiere su valor con otro dato: “más de 60 por ciento de la población global vive dentro de un margen de 100 kilómetros de la línea de costa” (p.107).
Las causas y los efectos. ¿Y las soluciones? Me parece que esta parte del libro es la más frágil, pues es también la más difícil de articular. Los autores afirman que, aunque son indispensables las innovaciones tecnológicas, el problema va más allá de la tecnología: es un problema moral. Estoy de acuerdo: debemos modificar la forma en que vivimos en el planeta, a partir de un cambio de nuestros valores. Pero frenar el calentamiento global es a tal grado urgente que, para mitigarlo, algunos científicos han escrito a favor de la ingeniería climática (por ejemplo, con la difusión de un polvo muy fino en la estratósfera para que refleje la radiación solar que llegue a la Tierra). Entiendo que esa posibilidad no tiene el consenso de la comunidad científica. Pero me hubiera gustado conocer la opinión de los autores del libro, a quienes admiro por su inteligencia y la fuerza de su compromiso. M *Investigador de la UNAM (Cialc)