Con trabajos es bullying
e encantan las reacciones de asombro y estupe- facción de la sociedad mediática en su conjunto cuando un conocido político acusado de lo usual (corrupción, malversación, atraco en despoblado, abuso de autoridad, latrocinio y enriquecimiento inexplicable por las vías del merecimiento de abundancia), debidamente escoltado por abogados que suelen ser ejemplo de civismo y bonhomía, afirma ante la autoridad que lo ha citado que es bueno, santo y puro, inocente entre los inocentes, víctima de siniestros complós orquestados por el comunismo internacional, donde de manera ominosa y malvada se busca desprestigiar no solo a un hombre probo, sino al sistema político mexicano que está hecho con los materiales de la justicia y la verdad.
Digo, ni modo que en un asalto a la verdad de Perogrullo el exquisito y romántico Lozoya-Lozoyita se declarara culpable de recibir cochupos de parte de la terrible multinacional Odebrecht, que es peor que Skynet, Tyrell Corp., Exxon Valdez y Monsanto juntas, mismos que repartiera casi a un nivel prácticamente onanístico en la campaña del licenciado Peña que, por supuesto, eso sí, jamás habría sabido de estos sórdidos tejemanejes indignos de su inigualable estatura moral.
O sea, ya deberíamos estar preparados para esta clase de posicionamientos que por la mecánica periodicidad con la que se presenta con la extraña intención de dar algo de emoción a nuestras vidas, prácticamente podría alcanzar el rango de lo predecible.
Sorpresa lo del dotor Mancera, que ya prometió que en un mes, sí, un mes, su gobierno presentará su plan Marshall para la reconstrucción de Ciudad de México. Algo que sin duda debe tener muy contentos a los damnificados y las víctimas de los sismos que en las tiendas de campañas, mirando sus edificios desolados, pueden esperar a que les haga justicia la revolución.
Como quiera que sea y por si había alguna duda sobre la inexistencia misma de la corrupción que tanto asusta a los niños peor que el espectro del padrote Maciel, doña Arely Gómez, de la Función Pública, ya confirmó que todo es cuestión percepción, sobre todo si se hace caso a las redes sociales.
Es como la tortura y extorsión en el penal de Neza-Bordo de Xochiaca del Edomex que, a pesar de las imágenes vistas en MILENIO Televisión cuajadas de madrizas, deben ser producto de nuestra imaginación. Alegarán las autoridades que no es violencia, que apenas es bullying.
Es que acá todo se arregla en el oscurito pero con sinceridad, como en el Senado. M