Milenio

Un líder intratable

Monterrey demostró que no hay equipo que le haga sombra en el torneo; anoche, con un hombre menos durante 35 minutos, se impuso al América

- Tomás López/Monterrey, NL Juan Lara LA

La jerarquía de Monterrey quedó clara. El conjunto de Antonio Mohamed no tiene freno, no importa cómo se llame su rival. Anoche se midió al América, una escuadra a la que siempre se le ve contendien­te, un equipo que le había venido pisando los talones, pero no; el grupo de Miguel Herrera no está a la altura del que tiene el Turco, porque hoy Rayados tiene más pedigrí, una idea más estructura­da y un estilo más reconocibl­e, es un equipo que en la adversidad no se dobla. Prueba de ello es que pese a jugar con un hombre menos durante 35 minutos, los azulcremas no les hicieron nada. Ni un rasguño. Incluso el 2-0 fue corto, porque siempre estuvo más cerca el tercero de los regiomonta­nos que el descuento de los americanis­tas.

Neri Cardozo y Avilés Hurtado, éste de penal, marcaron los goles para el Monterrey en el juego que enfrentaba a dos equipos considerad­os contendien­tes al título, dos escuadras que han estado en la punta de la clasificac­ión la mayor parte del torneo.

Incluso Monterrey tuvo que jugar con 10 elementos desde el minuto 55, luego que Neri Cardozo recibió la roja directa por una falta sobre Miguel Samudio. Una acción en la que el árbitro Jorge Issac Rojas se vio muy drástico.

Pero anoche, Rayados demostró que tiene un plantel vasto, con mejores recursos, con más variantes y no tan ajustado, no depende de un jugador, y si alguien capital como Rogelio Funes Mori falta, los que entran de emergentes no desentonan. Monterrey no contó con el delantero argentino ni el paraguayo Celso Ortiz.

Sin Funes Mori, Antonio Mohamed ordenó una inusual línea de cinco en el fondo, con Nicolás Sánchez como líbero, José María Basanta y César Montes completand­o los tres centrales, con Stefan Medina por derecha y Luis Fuentes por izquierda.

Rayados había perdido el invicto en la casa del Puebla y había batallado de más para superar en la Copa Mx a los Leones Negros de la UdeG, sembrando incertidum­bre sobre su nivel de juego, tras alcanzar con 27 puntos su pase a la Liguilla.

SIN FRENO

El juego contra América se presentaba como una prueba de exigencia para ambos, porque las Águilas también venían a menos, sufrieron para vencer a Chivas, perdieron con Necaxa y con Cruz Azul en la Copa también pasaron momentos de apuro.

América llegó como el mejor visitante, pero Monterrey le demostró por qué nadie le ha podido robar un punto en el estadio BBVA, una tierra inexpugnab­le que nadie ha logrado conquistar y en la última jornada serán Tigres el que busque salir con vida de ahí.

En el inicio, el juego resultó parejo, con los dos equipos adoptando una postura para ir al frente. El primer arribo del Monterrey se presentó en el 3’ con una llegada de Avilés Hurtado por el corredor de la izquierda, pero no encontró rematador en el área.

En el minuto 9, Darwin Quintero tiró un centro desde la derecha, Oribe Peralta bajó el balón, pero no pudo acomodarse para rematar ante la marca de Montes. La llegada de mayor peligro de los capitalino­s se registró dos minutos después cuando el Cepillo disparó; sin embargo, Hugo González desvió y Silvio Romero no alcanzó a contrarrem­atar.

Vino el gol de Neri Cardozo, quien culminó un rápido desdoble. América cometió una secuencia de errores en defensa, primero en medio campo y luego en su propia área. Rayados no lo desaprovec­hó y Neri firmó el 1-0.

Monterrey no dejó de transmitir peligro, la respuesta de América no llegaba, las Águilas eran incapaces de elaborar una jugada, superados en todas las líneas, fueron incapaces de tomarle el pulso al partido. Otra rápida jugada entre Avilés y Neri MONTERREY

Miguel Herrera,

entrenador del América, se fue satisfecho con el accionar de su equipo, pero lamentó que los errores defensivos le hayan costado el encuentro. “Me deja tranquilo que el equipo no jugó mal. Me molesta por cómo se da, los dos equipos estaban intentando llegar al marco. Tuvimos errores muy claves y sus delanteros son muy contundent­es. Los errores nos hacen perder el partido”, dijo el Piojo. terminó en gol de Cardozo, pero fue anulado por fuera de lugar.

Tras una atajada extraordin­aria de Agustín Marchesín a un tiro de Avilés, se presentó la jugada del penal a favor de los locales. Un servicio filtrado de Jonathan González —imperial en el medio campo sobre Guido Rodríguez y Mateus Uribe— para Hurtado, provocó una carga de Bruno Valdez que el silbante marcó de manera rigorista como penal. Primer fallo del silbante Jorge Isaac Rojas.

Avilés lo cobró con potencia, un tiro imparable que Marchesín solo vio cómo se iba al fondo de su portería justo antes del descanso. Para el complement­o, tocaba arrebato del América, pero nunca llegó. Las Águilas no se agitaron, no se aceleraron ni cuando al 55’ se presentó la expulsión de Cardozo, segundo error del árbitro.

Rayados no se estresó, se agrupó bien en el fondo con un hombre menos, pasó a jugar a la contra y fue el que transmitió más sensación de peligro, de hecho siempre estuvo más latente la posibilida­d de que llegara otro gol de los locales que el descuento de los visitantes. Sobre el final, Édgar Benítez condujo el balón y quedó en mano a mano frente a Marchesín, pero su tiro salió apenas desviado.

“¡Vamos, vamos Monterrey… te queremos ver campeón otra vez!”, fue el cántico con el que los fanáticos despidiero­n a su equipo. Anoche, Rayados dio una muestra de que en diciembre pueden estar cerca de cumplir ese canto, porque ahora ni el América es capaz de darle batalla.

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Avilés Hurtado cobra el penal que significó el segundo gol de Monterrey
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Antonio Mohamed y Miguel Herrera
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Neri Cardozo (d) celebra su gol; Pablo Aguilar cabizbajo

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