Un triunfo elaborado
La ofensiva despertó ante los descuidos de los Astros y gracias a su gran pitcheo, los Dodgers empataron la Serie Mundial y aseguran regresar a casa
El Juego 4 de la Serie Mundial es el ejemplo de una buena película, ya que el principio contó una historia, la mitad llevó el hilo conductor hacia otro lado, pero el final resultó inesperado totalmente. Así es como los Dodgers empataron el duelo y hacen que el campeón se vaya a definir en Los Ángeles.
“Estuvimos en el juego todo el tiempo por el trabajo de (Alex) Wood, que tiró muy bien, después de él vino el relevo para mantener la línea”, comentó el pitcher Kenley Jansen al concluir el duelo. “Después llegaron batazos que liberaron la presión que había, como el hit productor de Cody Bellinger”.
La película presentó cinco entradas de gran pitcheo, una sexta tanda donde se rompió la magia del sin hit ni carrera que tiraba Alex Wood y parecía que los Astros se adueñaban del duelo y luego un cierre donde Dodgers explotó un punto débil de los locales: el relevo. Un punto que cambió todo fue el turno de Bellinger en la novena tanda. Después de irse de 2-0 (con lo que sumaba un 13-0 en esta Serie Mundial), El novato pasó a batear con dos hombres en base sin out, se acordó de lo que vivió en la práctica.
Antes del juego el coach de bateo, Turner Ward, le dijo que simulara que batearía en la novena frente a Ken Giles (cerrador) y que esperara una recta alta, que es común en el pitcher.
Eso fue lo que hizo Cody, dejó pasar el primer pitcheo (abajo) y después vino una recta alta que transformó en doblete productor del 2-1, el resto se escribió con el jonrón de tres carreras de Joc Pederson.
Los Dodgers llegaron al Juego 4 con una ofensiva capaz de hacer tres carreras por juego. Anotaron seis en el segundo, pero en nueve entradas solo hicieron tres.
En el Juego 4 superaron ese promedio que con el gran trabajo de sus lanzadores, se convirtió en el segundo triunfo de la serie.
Con dos triunfos por bando, la Serie Mundial volverá a Los Ángeles el martes, y allá se conocerá al campeón, pero antes, Clayton Kershaw y Dallas Keuchel van a tener que protagonizar un choque el domingo, para cerrar su visita a Houston.
“Ahora ya no pensamos en lo que pasó aquí, eso ya lo borramos, y ahora vamos con Kershaw. Cuando lo tenemos en el juego sabemos que tenemos un 97 por ciento de posibilidades de aspirar al triunfo”, explicó el cubano Yasiel Puig.
TUVO DE TODO
Después de un tenso, pero entretenido duelo de pitcheo donde en la sexta entrada solo había un hit (conseguido por Chris Taylor en el primer turno del juego), sin que ningún corredor hubiera llegado a segunda base, llegó el cierre del duelo con la lluvia de carreras, coronadas con tres jonrones (dos de Astros y uno de Dodgers).
Alex Wood tenía domados a los Astros, sin que hubieran podido dar hit, eso acabó con un swing. Con dos outs, George Springer hizo estallar un monumental grito porque mandó la pelota contra la barda del jardín izquierdo, arriba de la pequeña tribuna, y con ese batazo rompió el sin hit y sin carrera.
Seis entradas en la historia, los Astros arriba 1-0, con un tercio por jugar.
Pero la alegría desbordada que se dio, se calmó de inmediato. La dormida ofensiva de los Dodgers salió momentáneamente de su letargo cuando Bellinger dio el doblete con un out. Logan Forsythe lo llevó al plato dos turnos después, con un sencillo al central.
Siete entradas, 1-1. Los abridores habían admitido esas carreras y salían sin decisión. Ya todo quedaba en los brazos del bullpen. Y fueron los lanzadores locales los que flaquearon.
Astros con su cerrador Ken Giles y con Joe Musgrove, admitieron cinco anotaciones en la novena con las que se acabó el choque. Jansen solo le puso el punto final a la historia con un noveno inning donde le pegaron jonrón que puso las cosas 6-2.
Así fue la historia que de tener un duelazo de pitcheo pasó al lado de los Astros y lo arrebataron los angelinos en la novena.