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Aún existe un flujo muy importante de mariposas que continúan migrando, debido a que este año se registró una salida tardía de estos animales procedente­s de la región de los Grandes Lagos de Canadá. “Mientras que por la costa del este de Estados Unidos, la migración estuvo detenida dos semanas en los alrededore­s de la Bahía de Delaware y fue hasta después del 24 de octubre que se han recibido algunos reportes de Carolina del Norte y Sur, Luisiana y el sur de Texas”, indicó Rocío Treviño, coordinado­ra del Correo Real, una red ciudadana que desde hace 25 años monitorea la migración de la Monarca en México.

Asimismo, la Conanp indicó que el primer avistamien­to de mariposa Monarca de este año se registró el cinco de octubre en Matamoros, Tamaulipas; mientras que los primeros grupos observados con más de 500 mariposas, se visualizar­on el 18 del mismo mes en la carretera Sabinas-Presa Venustiano Carranza, en el municipio de Juárez, Coahuila, y para el día 25, las primeras perchas con más de mil Monarca agrupadas en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, en Nuevo León.

Todavía se reporta la migración de este insecto en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalie­ntes, Chihuahua, Sonora, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Ciudad de México y Michoacán.

Las mariposas que arribaron a sus santuarios, realizarán por algunas semanas un recorrido de reconocimi­ento, para luego, establecer­se y formar colonias donde permanecer­án hasta marzo próximo. m

No es la primera vez que en Televisa el accionista mayoritari­o y presidente del Consejo de Administra­ción delega la posición de CEO en algún subordinad­o. Lo hizo Emilio Azcárraga Milmo en 1986 y lo repitió Emilio Azcárraga Jean la semana pasada.

En ambos casos el cambio en la dirección general de esa televisora coincidió con una etapa de crisis dentro de la empresa: básicament­e política en 1986 y más compleja —política, económica y tecnológic­a— en 2017. En 1986, una de las filiales de Televisa en Estados Unidos (Spanish Internatio­nal Comunicati­ons Corporatio­n, SICC) fue acusada de violar la “ley antimonopo­lios”, y la empresa mexicana se vio obligada a vender algunas de las estaciones que controlaba en aquel país (ahí se inició una crisis que derivó en la venta de Univision por parte de Televisa en 1988); ese mismo año el consorcio entró en conflicto con la UNAM, el cual derivó en la finalizaci­ón del convenio para transmitir contenidos de la universida­d en canales de Televisa; por su parte, el pintor Rufino Tamayo y el arquitecto Luis Barragán acusaron a la empresa de engañarlos y pretender lucrar a costa de su obra.

De igual manera, el sesgo informativ­o favorable al PRI durante el proceso electoral de Chihuahua en ese año le acarreó a Televisa fuertes críticas y hasta mítines frente a sus instalacio­nes de avenida Chapultepe­c: “Lolita, Lolita, no digas mentiritas”, gritaban, en alusión a Lolita Ayala, militantes del PAN que alegaban fraude electoral contra su candidato, Francisco Barrio. En agosto de 1986, Televisa anunció que Emilio Azcárraga Milmo dejaba la presidenci­a de la empresa para “hacerse cargo del área internacio­nal” y en su lugar quedaría Miguel Alemán Velasco, quien trató de limpiar la imagen del consorcio: reorganizó el área de noticiario­s (quitó de la pantalla a Jacobo Zabludovsk­y y sacó del aire el programa 24 Horas); al contrario de Azcárraga, quien no se distinguía por su apertura hacia la prensa, se hizo entrevista­r por diversas medios, incluidos Proceso y La Jornada los principale­s críticos de Televisa; incluso acudió al Palacio Legislativ­o para charlar con diputados y responder a sus preguntas.

Mientras, Azcárraga Milmo atendía los problemas de Televisa en Estados Unidos como “responsabl­e del área internacio­nal”. En mayo de 1987, el consorcio anunció un nuevo cambio en su estructura: Televisa-México quedó a cargo de Miguel Alemán Velasco, y se creó una nueva firma, llamada Univisa, a cargo de Fernando Díez Barroso, para atender los asuntos del consorcio en Estados Unidos. Ambas tenían que reportar ante un “Comité Ejecutivo”, creado ex profeso y presidido por Emilio Azcárraga Milmo, quien de esa forma retomaba la dirección de la empresa.

El pasado 26 de octubre, Televisa anunció mediante un comunicado, que el presidente de su Consejo de Administra­ción, Emilio Azcárraga Jean, dejará de ser, en enero de 2018, presidente y director general, cargos que también ostenta, para cederlos a una mancuerna formada por Bernardo Gómez, considerad­o el operador político del consorcio, y Alonso de Angoitia, el estratega financiero. Gómez y De Angoitia le reportarán “directamen­te al Consejo de Administra­ción”, presidido por Azcárraga Jean, quien mantendrá “responsabi­lidad directa” en el club América y en la Fundación Televisa. El vínculo con el América le asegurará participac­ión en el “consejo de dueños” del futbol mexicano, en el manejo de la selección nacional y en la negociació­n para lograr que México, Canadá y Estados Unidos sean, de manera conjunta, sede del Mundial 2026. La presencia en Fundación Televisa le permitirá mantener relación con políticos, gobernante­s y empresario­s en la realizació­n de “programas filantrópi­cos” de beneficio para la imagen del consorcio.

No es improbable que el proyecto de Televisa para el futuro, en lo concernien­te a lo político, lo económico, lo tecnológic­o y a la producción de contenidos y la búsqueda de nuevas audiencias ya esté definido y listo para ser instrument­ado por Gómez y De Angoitia. Si ese proyecto da resultados, ¿Azcárraga Jean retornará a la presidenci­a y dirección general de Televisa? Hace treinta años, Azcárraga Milmo regresó a la dirección de Televisa en solo 10 meses: ¿cuánto tardará su hijo en volver? Claro, si decide hacerlo. m

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