La cosecha, el destino de una obra antes confiscada
La disputa, entre una pareja estadunidense y los descendientes de un judío despojado
La justicia francesa decidirá mañana el caso de la propiedad del cuadro La cosecha, de Camille Pissarro, entre los descendientes de un coleccionista judío despojado durante la ocupación nazi y una pareja estadunidense que es la actual propietaria.
En el centro de este caso pleno de viejas heridas está un gouache, La cosecha, pintado en 1887 por el impresionista Camille Pissarro. Es uno de los 93 cuadros de la colección de Simon Bauer, gran amante del arte francés nacido en 1862, quien hizo fortuna con la industria del calzado.
Esta colección le fue confiscada en 1943 y vendida por un marchante de cuadros, designado por el comisariado de asuntos judíos del régimen colaboracionista de Vichy. El coleccionista había escapado a la deportación gracias a una huelga de los ferrocarrileros. A su muerte, en 1947, solo había logrado recuperar una pequeña parte de sus cuadros. Sus descendientes continuaron la búsqueda.
A inicios de este año, la familia Bauer se informó que La cosecha estaba expuesto en el museo Marmottan de París, prestado por una pareja de coleccionistas estadunidenses, los esposos Toll, en el marco de una retrospectiva consagrada a Pissarro.
Los Toll lo compraron en 1995 en una subasta pública en Christie’s de Nueva York. Los descendientes de Simon Bauer, que habían perdido los rastros de la obra desde hace 50 años, obtuvieron judicialmente la incautación del cuadro durante el tiempo que los Toll intenten su recuperación. En una emocionante audiencia ante jueces civiles del tribunal de Gran instancia de París, el 10 de octubre, el último nieto aun vivo de Simon Bauer, Jean-Jacques Bauer, invocó la “memoria” de su abuelo y de su padre, detenidos por la Gestapo en 1941 y deportados, “espoliados moralmente, físicamente, materialmente”.
La familia Bauer sostiene que la venta de los cuadros después de su confiscación fue anulada desde noviembre de 1945, y que eso atañe de hecho a todas las transacciones anteriores. “El derecho a la devolución es imprescriptible”, pues “se basa en un crimen contra la humanidad”, dijo el abogado Fischer. m