El IMSS, con recursos para pago de pensiones hasta 2035: Arriola
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Mikel Arriola, afirmó que se cuenta con suficiencia presupuestal “para encarar el pago” de cuatro millones de pensionados, pero admitió que el IMSS enfrenta una presión de gasto importante por lo menos hasta el año 2035, porque el pasivo anual de pensiones será de alrededor de 110 mil millones de pesos.
Previo a su participación en MILENIO Foros, que en esta edición se titula “Jubilación y Retiro. El retiro, un gran reto para todos los mexicanos”, mencionó que para este año se estima un gasto de 79 mil 442 millones de pesos en pensiones.
Entrevistado en las instalaciones centrales del IMSS, el funcionario opinó que se requiere mantener la disciplina financiera que se logró en los últimos años, sin que se afecte la calidad de los servicios médicos.
En ese sentido, refrendó que los números del IMSS son negros y que por primera vez en la historia se dejó atrás el escenario de crisis, al recordar que en 2012 el instituto “estaba condenado a dejar de prestar servicios y de pagar pensiones para 2014”.
No obstante, aseguró que hace unas semanas en su más reciente reporte notificó al Congreso que el organismo tiene viabilidad financiera hasta 2020, luego de que en 2016 se registró un superávit de 6 mil 400 millones de pesos no registrado en los últimos ocho años, además de que el año pasado no se utilizaron reservas.
Arriola mencionó que la presión por el pago de pensiones representa para el IMSS un incremento de 10 mil millones de pesos anuales.
Consideró que la presión por el pago de pensiones bajará hasta el año 2080, al explicar que aún no se jubila ningún trabajador al que le aplique la reforma de 1997, con lo que recordó que todavía se pagan pensiones “muy altas”, incluso muchas de ellas cobran por años trabajados y no por edad de retiro.
El reto para el IMSS, a decir del funcionario, es revisar “de dónde podemos obtener recursos adicionales para financiar la operación del instituto”, pero alertó que también enfrenta una segunda presión económica derivada por el gasto en las enfermedades crónicas que afectan a la mayoría de la población pensionada. “La presión que enfrenta el IMSS no solamente es de gasto pensionario, sino de gasto hospitalario asociado a enfermedades crónicas como cáncer, diabetes, hipertensión, donde la población en edad adulta y adulta mayor es la que está requiriendo cada día más servicios del instituto, más días de hospitalización y de cama”.
“El Seguro enfrenta también presión de gasto hospitalario ligado a enfermedades crónicas”
El gasto para atender las enfermedades crónicas representa, estimó, alrededor de 11 puntos del producto interno bruto, con lo que insistió en que se tiene que reducir y controlar el costo por paciente en los siguientes años. “Si no hacemos nada, para 2040 o 2050 ese costo, en vez de 85 mil millones de pesos, será de 350 mil millones de pesos. Claramente no hay suficiencia (presupuestal) para sufragar eso”, dijo al presumir que ya son tres millones 133 mil mexicanos más en el sistema de salud de los que se tenían en 2012.
En ese sentido, comentó que son los propios trabajadores, empresarios y gobierno, quienes se encargan del financiamiento de los pensionados, por lo que el reto es también crear mayores fuentes de trabajo formales, pero también mejor remuneradas.
Otra opción para mejorar el sistema de pensiones es incrementar el ahorro privado, y recordó que se otorgaron beneficios fiscales al incrementar el ahorro para el retiro de manera voluntaria.
En los últimos cinco años, el IMSS incrementó en 15 puntos porcentuales en términos reales, la recaudación, con lo que en 2012 el monto fue de 190 mil millones de pesos y para 2016 la cifra aumentó a 260 mil millones de pesos. M