Volver a los 17, después de un siglo
La Revolución rusa y su peso ideológico fue el gran acontecimiento que marcaría los grandes acontecimientos mundiales del siglo XX. “Siglo XX que engendraste el satélite, dolor y niebla en ti, no tienen límite…” diría Yevtushenko, pues de esa Revolución, equivalente a la francesa que marcaría el siglo XIX, se establecerían nuevos paradigmas en la filosofía, la política, la economía y el humanismo.
Si el rey Luis XIV de Francia afirmó “El Estado soy yo”, la Revolución rusa estableció que el Estado era el proletariado y explícitamente el de una clase, como lo explicaron teóricamente Marx y Engels en su crítica al capitalismo y la democracia burguesa, beneficiaria de su clase.
En el mundo, la Revolución rusa de hace 100 años fue la inspiración de pueblos en lucha por la igualdad, que espantara como un fantasma a las democracias occidentales, los imperios decadentes y nacientes, que vieron en esa revolución al enemigo fundamental contra el cual debían de unirse los defensores del capitalismo en el mundo.
La fuerza de la Revolución rusa se expandió en Asia, África y América Latina. La fundación de los partidos comunistas se dio como hongos y de ahí surgieron las revoluciones en China y la influencia en la Revolución mexicana, que explica Enrique Condés Lara en su libro Atropellado amanecer, publicado por la BUAP y Porrúa, sobre el papel de los comunistas en México a partir de 1919.
El Estado surgido de la Revolución rusa, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), fue determinante en la derrota del nazismo y jugó un papel en el desarrollo posterior de la socialdemocracia europea.
Su presencia y su amenaza contra los regímenes capitalistas fueron un factor a favor de la negociación de los grandes sectores obreros posteriores a la II Guerra Mundial, para establecer derechos laborales que habían sido negados y reprimidos antes de 1945 y que combate el neoliberalismo.
En México, la Revolución rusa fue cercana, pues aquí se exilió León Trotsky, fundador del Ejército Rojo, pese a las quejas y protestas de los comunistas mexicanos y aquí fue asesinado por órdenes de José Stalin. De este hecho y la expropiación petrolera, el presidente Lázaro Cárdenas estableció en los hechos el principio de soberanía posterior a la Revolución mexicana, al no aceptar que desde el exterior se tomarán decisiones que son exclusivas de los mexicanos. Los estalinistas de la época no pudieron acusar a Lázaro Cárdenas de nada, pues estaba también el precedente del papel solidario de su gobierno, con el exilio español.
Para los comunistas del mundo, defensores del materialismo histórico y la dialéctica, el socialismo soviético era irreversible. La gran enseñanza es que los errores siempre se pagan y conducen a derrotas predecibles.
¿Cuál es la herencia que deja la Revolución rusa a 100 años en este 2017? (Seguir el Foro ROJOS, Casa León Trotsky. Secretaría de Cultura CdMx) M