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Cuando se habla de “la verdad oficial” muchos entienden que se trata de una versión que no siempre se apega a los hechos.

Pero el problema es mayúsculo cuando se habla de “la mentira oficial”.

Es decir, se construye “la mentira oficial” cuando a sabiendas de que un político falsea la verdad, miente y aun así, las institucio­nes se empeñan en dar carácter de oficial al engaño y la mentira.

En ese caso se puede hablar de “la mentira oficial”.

Y el ejemplo de ese fraude a los ciudadanos —el fraude de la mentira oficial— lo veremos cuando, con el aval del INE, inicie la trasmisión de los spots oficiales del PAN, en los que Ricardo Anaya miente y engaña.

Lo censurable del caso es que la “mentira” de Anaya adquirió carácter “oficial”, precisamen­te porque es una mentira solapada por el árbitro electoral, lo que va contra un mandato judicial y, sobre todo, el mandato constituci­onal.

Es decir, el INE avala una ilegalidad del proceso electoral cuando solapa las mentiras de Ricardo Anaya.

Y es que el INE tiene como responsabi­lidad fundamenta­l garantizar la legalidad, certeza, transparen­cia y credibilid­ad del proceso electoral. Al autorizar el spot en el que Ricardo Anaya miente y engaña sobre su pelea legal con El Universal, el INE avala un engaño electoral y, sobre todo, una clara violación judicial y constituci­onal. ¿Lo dudan? El primer engaño de Anaya se produjo cuando, en un video que difundió hace días, dijo que un juez federal le dio la razón al jefe del PAN y obligó a

El Universal a retractars­e. En algunos fragmentos dijo:

1.- Que “el juez condenó a El Universal a pagar una multa por haber faltado a la verdad”.

Falso. En la sentencia solo se impuso una multa a El Universal por no haber otorgado el derecho de réplica.

2.- Que “la sentencia demuestra que lo que publicaron es una vulgar mentira”.

Falso. No es motivo de la sentencia realizar juicios de valor sobre la publicació­n. Además, en la sentencia no existe considerac­ión del juez en la que estime que lo publicado es “una vulgar mentira”.

3.- Que “la sentencia demuestra que el patrimonio de su familia (de Ricardo

Anaya) es producto del trabajo honesto de varias generacion­es”.

Falso. Y es que, además de que no existe en la sentencia considerac­ión del juez al respecto, es absurdo, ridículo y carente de sustento legal que en el juicio sobre el derecho de réplica un juez se pronuncie en torno a que los haberes de una familia “Son producto del trabajo honesto de varias generacion­es”. En resumen, el juicio promovido por

Anaya contra El Universal es respecto al derecho de réplica y únicamente se limita a analizar y decidir si se otorga o no el derecho de réplica al afectado. El resto son mentiras de Anaya.

Pero la joya de la corona es el texto del primer spot de Ricardo Anaya, que en horas veremos y escucharem­os en radio y televisión, y en el que el jefe del PAN vuelve a mentir, con el aval del INE.

Dice a la letra: “¿Recuerdas que a partir de una nota del 23 de agosto estuvieron ataque y ataque a la dirigencia del PAN y su presidente Ricardo Anaya? El asunto se llevó ante un juez federal y ¿qué crees? (…) Resultó que los ataques no eran verdad. ¿Y sabes por qué tantos ataques? Porque vamos arriba en las encuestas, vamos a lograr el cambio. ¡Sí se puede! ¡Ya verás!”.

Lo que no recuerda Anaya y los consejeros del INE es que el juez federal al que hace referencia el jefe del PAN no solo desechó la réplica propuesta por Ricardo

Anaya, sino que confirmó el enriquecim­iento inexplicab­le de su familia.

Es decir, que Anaya y sus abogados propusiero­n como réplica a lo publicado por El Universal, una primera plana cuyo encabezado decía lo siguiente: “El Universal publicó informació­n falsa sobre

Ricardo Anaya y su familia”. A ese encabezado seguía un largo texto en el que

Anaya expone su verdad, en realidad la “mentira oficial”.

¡Pues todo eso fue desechado por el juez! Sobre el enriquecim­iento de la familia

Anaya, el juez determinó que, en efecto, la informació­n es inexacta, pero debido a los montos y actualizac­ión de los valores catastrale­s, no porque se tratara de una falsedad.

Dicho de otro modo, el juez federal al que alude Ricardo Anaya en el spot de referencia no determinó las circunstan­cias en que fueron adquiridos los inmuebles de los Anaya, sino que solo respondió a la exigencia del derecho de réplica.

Anaya miente en el spot avalado por el INE, como también mintió cuando dijo que “un perito con cédula profesiona­l y certificac­ión” había probado que las fotografía­s difundidas por El Universal habían salido de los pasaportes de su familia.

¿El INE avala spots mentirosos y que violan un mandato judicial y la propia Constituci­ón?

Al tiempo.

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El dirigente de Acción Nacional.

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