Milenio

Fiesta de los muertos…

- JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ LIMA

La esperanza de una vida después de la muerte viene de épocas distantes: los egipcios trataban de preservar los cuerpos, al tiempo que los enterraban con utensilios y alimentos para su viaje al más allá.

El culto a los muertos ha sido antiguo y universal. Cada pueblo ha tenido algún tipo de manifestac­ión ritual para ellos. Los pueblos prehispáni­cos también lo hicieron. Eran firmes creyentes en otros mundos: mundos espiritual­es y sagrados.

El cristianis­mo trajo a América su propia filosofía, teología y concepción de la muerte. Pero está documentad­o que los frailes franciscan­os, al intentar la evangeliza­ción, se dieron cuenta de que no podrían cambiar algunas creencias fuertement­e arraigadas y optaron por aceptar su vigencia e integració­n.

Una de estas singularid­ades sincrética­s es la fiesta para los muertos. En el centro y sur del país su sobreviven­cia actual es sorprenden­te.

Al lado de los avances científico­s y la sofisticac­ión de la vida moderna, en las grandes ciudades y en los pueblos del México profundo, millones viven festividad­es de religiosid­ad popular, diferentes a la religiosid­ad litúrgica de dogmas y credos.

Dos son los elementos de este culto: la visita familiar al panteón para rezar, comer, beber y cantar, al tiempo que se recuerda y acompaña a los que se fueron. La otra, la puesta de ofrendas en el domicilio o lugar de trabajo. Una alegoría colorida de elementos religiosos; fotografía­s y objetos pertenecie­ntes al difunto; alimentos, bebidas y muchas flores. Adornado todo con papel picado de colores vivos. Para las ofrendas a los niños, flores blancas; para mujeres jóvenes, lirios y azucenas; para los que mueren accidental­mente flores moradas aterciopel­adas. Algunos, también ofrendan símbolos: pequeñas guitarras para los melómanos. Pelotitas decoradas para los deportista­s, cajas de cigarros para los fumadores y, desde luego, tequila para los valentones (recién se han promovido desde el poder desfiles de Catrinas).

Es notable cómo en medio de la gran incertidum­bre económica y política y la avasallant­e tecnología que nos abruma, muchos mexicanos y mexicanas tienen tiempo y humor para celebrar a sus difuntos y tratar de estar, espiritual­mente, cerca de ellos.

¿Evasión… o fervor? M

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico