Nissan busca dejar atrás el escándalo de inspecciones
Nissan presentó sus objetivos para los siguientes seis años en un esfuerzo por dejar atrás el escándalo de inspecciones que la obligó a reducir su directriz de utilidades y la llevó a ganancias más bajas de las esperadas en el trimestre de septiembre.
Los resultados de la automotriz japonesa también se vieron agobiados por los mayores costos de mercadotecnia en Estados Unidos, su mercado más grande, lo que compensó las ganancias por el tipo de cambio que disfrutaron sus rivales como Toyota y Honda.
La producción de las seis plantas japonesas se reanudó esta semana. Nissan tuvo que retirar para su revisión alrededor de 1.2 millones de vehículos que produjo en los últimos tres años tras dar a conocer a finales de septiembre que los técnicos que realizaron las inspecciones en los automóviles para el mercado japonés no contaban con la debida certificación.
Cuando volvió a surgir el problema en octubre, Hiroto Saikawa, su director ejecutivo, tomó la audaz medida de suspender la producción para el mercado interno hasta llegar a una solución al problema.
En gran medida debido al escándalo, y al arreglo en EU con una demanda relacionada con los infladores defectuosos Takata para las bolsas de aire, Nissan redujo su pronóstico de utilidades operativas en los 12 meses al 31 de marzo en 40 mil millones de yenes, para llegar a 645 mil millones. Los analistas que encuestó Thomson Reuters esperaban un resultado para final de año de 715 mil 600 millones de yenes. La compañía dejó sin cambios sus objetivos de ingresos y utilidades netas.
El escándalo de inspección pesó en los resultados del trimestre de septiembre con una caída en la utilidad operativa de poco más de una quinta parte en comparación con la de 2016, a 128 mil 500 millones de yenes; no alcanzó las estimaciones de los analistas.
Sin embargo, un aumento de 8.5 por ciento en las ventas, para llegar a 2.9 billones de yenes, y una caída de 3.1 por ciento en la utilidad neta, para llegar a 141 mil 600 millones, fueron ligeramente superiores al estimado del mercado.
En EU la creciente popularidad de los vehículos utilitarios deportivos llevó a las automotrices a ofrecer incentivos a los compradores, sobre todo para sedanes. A pesar de las expectativas de que las ventas totales se van a contraer este año por primera vez desde 2009, el panorama de competencia elevó los gastos de mercadotecnia para Nissan y sus rivales.
Nissan, que es parte de una alianza de producción con Renault y Mitsubishi, también anunció un plan a mediano plazo que establece objetivos generales hacia 2022, como liderar la carga en los autos eléctricos y de autoconducción.
Entre los objetivos financieros, Nissan busca un aumento de 29 por ciento en los ingresos, para llegar a 16.5 billones de yenes, un margen de utilidad de operación de 8 por ciento y un flujo libre de caja acumulado de 2.5 billones de yenes.