Virginia y Nueva Jersey, así como en la alcaldía de NY reflejan que a un año de su llegada a la Casa Blanca el mandatario tiene mucho para preocuparse
Las derrotas republicanas en
El presidente estadunidense, Donald Trump, celebró este miércoles el primer aniversario de su elección, en medio de la triple derrota que sufrieron los republicanos a manos de los demócratas en los comicios en los estados de Nueva Jersey y Virginia así como en la ciudad de Nueva York.
Desde luego, el mandatario ha evitado comentar el terrible desempeño que su partido tuvo en las urnas el martes pasado.
Los resultados se interpretan como un repudio a lo que los críticos llaman la política divisoria de Trump, así como una prueba sobre la influencia presidencial de cara a las próximas batallas electorales.
“Recuperamos el país de manos de Donald Trump, elección a elección”, declaró ayer a la prensa el nuevo presidente del Partido Demócrata, Tom Perez. “Los electores recompensaron a los demócratas por su compasión y sancionaron a los republicanos por haber dividido al país”.
“Esto es lo que pasa cuando la gente vota”, tuiteó Barack Obama, quien salió brevemente de su retiro político para apoyar a los candidatos en campaña.
La derrota más hiriente fue la de Virginia, un estado vecino a Washington D.C., considerado barómetro de la política nacional en este país que se enfila a las legislativas de 2018 y a la campaña presidencial de 2020.
Ahí, la carrera por la gubernatura tenía todos los elementos para acabar con final de fotografía, pero el vicegobernador demócrata Ralph Northam barrió a su rival republicano Ed Gillespie por un inesperado y amplio margen de nueve puntos.
En Nueva Jersey, el demócrata Phil Murphy ganó al quedar unos 13 puntos por encima de su rival, poniendo fin al mandato de ocho años del gobernador republicano Chris Christie, antiguo aliado de Trump.
Y en Nueva York, el alcalde progresista Bill de Blasio lideró la ola de repudio hacia Trump y obtuvo la reelección en la ciudad más poblada del país.
Murphy y Northam presentaron sus victorias como rechazo a la polarización que caracterizó la campaña de Trump en 2016 y buena parte de su primer año en la Casa Blanca.
“Esta noche, Nueva Jersey envió un mensaje claro a toda la nación: somos mejores que esto”, declaró Murphy.
Los resultados marcan el regreso a la buena fortuna electoral del Partido Demócrata, que había perdido en
Esto “fue un referendo” sobre Trump, “no se puede decir otra cosa”: legislador republicano
distintos estados este año despertando preocupación sobre cómo contrarrestar la influencia de Trump.
Hillary Clinton destacó en Twitter a los nuevos grupos progresistas formados con el objetivo de influir en las elecciones e impulsar a candidatos jóvenes, principalmente surgidos de minorías.
En un comunicado, el Comité Nacional Demócrata dijo que había ganado no solo en Virginia y Nueva Jersey, sino “por todo el país” al mantener o rescatar de manos republicanas alcaldías o importantes asientos en las cámaras regionales en otros seis estados.
Una victoria de Gillespie habría validado el estilo agresivo de Trump y dejado claro cómo republicanos pueden compartir sus intereses sin apoyarse directamente en el controversial presidente. Ahora parece que deberán cambiar sus libretos.
Con su estilo combativo, Trump rápidamente buscó distanciarse de Gillespie, quien no hizo campaña junto al presidente en Virginia.
“Ed Gillespie trabajó duro pero no se apoyó en mí o en lo que yo defiendo”, tuiteó Trump desde Corea del Sur.
El presidente insistió en que, con la economía estadunidense bien encaminada, “continuaremos ganando”.
“Fue un referendo” sobre Trump, dijo un congresista republicano, Scott Taylor a la cadena CNN. “No veo cómo se puede decir lo contrario, siendo honesto”.
Analistas aseguran que los resultados sugieren que una ola demócrata podría estar en el horizonte.
Virginia fue un “baño de sangre” para los republicanos, afirma el experto Michael McDonald, de la Universidad de Florida.
“Habrá muchos republicanos preocupados” sobre cómo tales hechos podrían traducirse en derrotas en las legislativas de mitad de periodo en 2018, dijo McDonald.
Los republicanos tienen una cómoda mayoría, pero si pierden esa ventaja, la agenda legislativa de Trump, incluyendo su esfuerzo para revertir la ley de salud, estaría en riesgo.m