Milenio

La dupla de La Máquina

Hace tiempo Cruz Azul no tenía dos refuerzos que respondier­an con goles en su torneo de debut; con sus tantos, Mora y Méndez han colaborado en 17 de los 24 puntos que totaliza el equipo

- Eduardo Espinosa/ Ciudad de México

La herencia que le quedará a Cruz Azul, más allá si consigue o no su boleto a la Liguilla o si se mantiene Paco Jémez en su puesto, es la dupla goleadora que ha encontrado en Felipe Mora y Édgar Méndez.

Ambos jugadores llegaron como refuerzos en esta temporada y han podido rendir de inmediato, venciendo los problemas de adaptación en la que suelen caer la mayoría de elementos que arriban al conjunto cruzazulin­o.

Entre los dos han marcado 12 de los 21 goles que lleva el equipo, luego de 16 partidos disputados; es decir, el 57 por ciento de la productivi­dad anotadora de La Máquina.

Felipe Mora llegó procedente de la U de Chile, en la que había celebrado 13 tantos en su última temporada, erigiéndos­e campeón de goleo del futbol chileno; ahora, en su primer torneo con Cruz Azul ha anotado siete tantos.

Por su parte, Édgar Méndez desembarcó del Alavés de España, en el que había cumplido con una temporada aceptable al marcar ocho goles (cuatro en Liga y cuatro en Copa) durante los 33 partidos en los que participó.

El ibérico decidió aventurars­e en el futbol mexicano por petición de Paco Jémez, y en este Apertura 2017 ya registra cinco tantos, además de dos asistencia­s. Los 12 goles que suman entre los dos, le han significad­o 17 puntos a Cruz Azul.

MEJORES QUE OTROS

Los recientes fracasos cementeros lo han obligado a reforzarse en su delantera de manera continúa. La falta de gol ha sido uno de los grandes problemas y por tal razón la directiva no ha dudado en invertir en varios jugadores.

En esta temporada el equipo apostó por Mora y Méndez, y como resultado tiene los 12 goles que han hecho entre los dos, cifras muy superiores a las que han tenido otros futbolista­s en torneo anteriores.

Por ejemplo, en el Clausura 2017, La Máquina contrató a Martín Cauterucci­o, Ángel Mena y Martín Rodríguez para resolver sus problemas ofensivos; sin embargo, solo Ángel respondió con cinco tantos, mientras que Caute y Rodríguez apenas pudieron marcar un gol en la Liga.

Un año antes (Apertura 2016), la apuesta fue Jonathan Cristaldo, quien solo pudo responder con dos anotacione­s. En esa misma temporada destacó Francisco Silva con tres tantos, pese a que su función no era la de ir tanto al ataque.

En el Clausura 2016, La Máquina sí trajo una dupla que en el papel debía resolver los problemas de gol del equipo: Joffre Guerrón y Víctor Vázquez. Tomás Boy visualizab­a al ecuatorian­o como su centro delantero titular y al español como su principal asistente. Pero ambos no se pudieron acoplar al equipo y apenas marcaron un tanto cada uno en su primera temporada; seis meses después los dos salieron del club.

En el Apertura 2015 la apuesta fueron varios elementos de ataque: Matías Vuoso, Jorge Benítez, Fernando Belluschi, Federico Carrizo, Lucas Silva y Richard Ruiz. Entre todos marcaron 10 goles, dos menos que Mora y Méndez, y hoy ya ninguno permanece en el equipo.

Un semestre antes, en el Clausura 2015, Cruz Azul contrató al veterano Roque Santa Cruz, a Alemao y a Carlos Lizarazo; pero el paraguayo apenas metió cuatro goles, el brasileño tres y el colombiano ni siquiera debutó por una lesión.

Así fueron las apuestas de La Máquina, que una y otra vez intentó encontrar jugadores que le dieran garantías. Al menos, en esta ocasión se topó con dos que ha respondido con goles, pero falta lo más complicado: que sigan en ese nivel el siguiente torneo.

DOS POR EL PRECIO DE SOSA

Hace unos meses, durante el régimen de transferen­cias del futbol mexicano, Cruz Azul tenía la idea de fichar al argentino Ismael Sosa. Según lo que transcendi­ó en el draft, La Máquina puso sobre la mesa una oferta de nueve millones de dólares; sin embargo, y tal como lo reconoció después el mismo Eduardo de la Torre, director deportivo del club, Tigres no quiso negociar el traspaso del Chuco.

Por tal razón y al no haber podido concretar este refuerzo en el ataque, Cruz Azul fue al mercado extranjero, donde solo contemplab­a buscar un centro delantero para tener competenci­a con Cauterucci­o. Por esos mismos nueve millones de dólares, La Máquina trajo a Felipe Mora, que según los reportes de medios chilenos su rescisión de contrato fue de cuatro millones, y a Édgar Méndez, cuya carta según la prensa española le valió cinco millones.

Ahora, los números de estos dos jugadores están muy por encima de lo que ha jugado Sosa en esta temporada, en la que ha tenido muy poca actividad, pues ha visto acción en 10 juegos, solo tres de titular, en los que apenas acumula 349 minutos y no ha metido gol.

Esto no quiere decir que Sosa no hubiera rendido en Cruz Azul, pero al menos Méndez y Mora han hecho un buen primer torneo y han dejado en el olvido el intento que hizo La Máquina por traer al argentino.

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Felipe Mora y Édgar Méndez, en una celebració­n

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