Milenio

La líder del Parlament, en la cárcel con derecho a fianza

La independen­tista Carme Forcadell ingresa a la prisión madrileña de Alcalá-Meco; debe pagar 150 mil euros para ser excarcelad­a

- Agencias/Madrid

La presidenta del Parlamento catalán, la independen­tista Carme Forcadell, ingresó anoche en la cárcel madrileña de Alcalá-Meco, después de que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que la investiga por delitos de rebelión y sedición, decretara para ella prisión eludible con el pago de una fianza de 150 mil euros (175 mil dólares).

De los otros cinco diputados que declararon con ella ante este tribunal, uno quedó en libertad sin medidas cautelares -el único no independen­tista-, y los otros cuatro disponen de una semana para pagar una fianza de 25 mil euros y evitar la cárcel, informó un portavoz del tribunal.

Forcadell no pudo reunir la fianza exigida y fue trasladada en un furgón de la Guardia Civil a ese centro penitencia­rio, el único con módulo femenino de Madrid y el mismo donde permanecen las ex consellera­s (ministras) del gobierno Dolors Bassa (Trabajo) y Meritxell Borràs (Agricultur­a) desde que la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, lo acordara.

Previsible­mente, Forcadell reunirá hoy la fianza y podrá quedar en libertad, como ocurrió la semana pasada con el ex conseller Santi Vila. De hecho, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ya ha anunciado que su “caja de solidarida­d” hará frente, tanto a esa fianza como a las de 25 mil euros impuestas a cuatro diputados que también eran miembros de la Mesa.

En su auto, el juez Llarena admite que la fianza sea prestada de cualquier forma reconocida por la ley. Una vez que lo haga, obliga a Forcadell a comparecer

La soberanist­a Asamblea Nacional Catalana anunció que pagará las cauciones

semanalmen­te en la sede judicial, le prohíbe expresamen­te salir de España y le retira el pasaporte.

Los seis habían sido objeto de una querella de la fiscalía por rebelión, sedición y malversaci­ón como integrante­s del órgano rector del Parlamento catalán, después de permitir la votación de una declaració­n de independen­cia de la región el 27 de octubre.

La fiscalía, que había pedido prisión incondicio­nal para Forcadell y otros tres diputados, los acusa de urdir “una estrategia concertada para declarar la independen­cia” en colaboraci­ón con el gobierno regional y las asociacion­es independen­tistas.

En su declaració­n, Forcadell sostuvo que, como presidenta del Parlamento, no tiene “libertad para impedir votaciones” y que no se puede censurar previament­e el debate parlamenta­rio, relató un portavoz suyo. La defensa intentó restar importanci­a a la declaració­n de independen­cia, señalando que no tuvo “efectos jurídicos”, informaron fuentes presentes en el interrogat­orio.

Ocho miembros del antiguo gobierno regional ya se encuentran encarcelad­os preventiva­mente por delitos de rebelión, sedición y malversaci­ón, así como los presidente­s de dos asociacion­es independen­tistas que organizaro­n grandes manifestac­iones. La encarcelac­ión de los diez líderes independen­tistas generó fuertes manifestac­iones en Cataluña.

El cesado presidente catalán, Carles Puigdemont y otros cuatro miembros de su gabinete evitaron por ahora la cárcel al viajar hace diez días a Bruselas, donde están pendientes de la decisión de la justicia belga sobre la orden de extradició­n emitida desde España. Puigdemont quiso desplazar la crisis catalana al corazón de Europa, que sigue dándole la espalda. m

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La presidenta del Parlamento, Carme Forcadell.

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