EN UN NIVEL SUPERIOR
GRACIAS A LA GRAN ACTUACIÓN DE HIRVING LOZANO, AUTOR DE DOS GOLES Y UNA ASISTENCIA, EL TRICOLOR EMPATÓ CON BÉLGICA. A DIFERENCIA DE VARIOS DE SUS COMPAÑEROS, EL CHUCKY ESTÁ EN BUEN MOMENTO
La buena: México tiene en Hirving Lozano un jugador superlativo que está en un nivel muy por encima de todos sus compañeros, al grado que con su pura explosividad la selección mexicana fue capaz de hacerle partido a Bélgica en su propia casa, y salir con un meritorio y espectacular empate (3-3).
La mala: el nivel tan portentoso que tiene el Chucky puede terminar por maquillar las carencias del equipo de Osorio, que tiene una defensa muy endeble e insegura, y que adelante, de no ser por Lozano, también padecería por el bajo nivel futbolístico que presentan varias de sus figuras. Es una selección desequilibrada, con lagunas que deben preocuparle al colombiano.
Pero al margen de esto, el primer amistoso del Tricolor de cara al Mundial de Rusia sirvió para confirmar el buen momento de Lozano, encendido con el PSV Eindhoven y trasladándolo a la selección. Si el Chucky se mantiene en esta línea, sin lugar a dudas será el hombre a seguir de México en la justa mundialista.
Bélgica fue un buen sinodal, aunque por varios lapsos bajó sus propias revoluciones. Pese a ello dio muestras de su calidad y puso en predicamentos al conjunto mexicano; eso sí, al final el juego pudo inclinarse hacia cualquier lado.
BÉLGICA DOMINA
Aunque la primera llegada del partido, apenas al minuto 4, fue para la selección mexicana, en un disparo de Miguel Layún que obligó la atajada de Thibaut Courtois, los primeros 45 minutos le pertenecieron a Bélgica.
Su figura, Eden Hazard, se erigió como el constructor del juego; las primeras aproximaciones fueron tímidas, pero recurrentes, en un centro el capitán belga estuvo a punto de encontrar la cabeza Romelu Lukaku, pero Néstor Araujo se atravesó en el momento justo; a los pocos instantes, otra vez apareció el número 10, cediendo a la derecha para Thomas Meunier, quien con un tiro-centro estuvo cerca de sorprender a Guillermo Ochoa.
Era solo cuestión de tiempo para que Bélgica abriera el marcador. Al 17’, otra vez Hazard arrastró la pelota desde la media cancha ante la tibia marca de Diego Reyes, abrió a la derecha para Lukaku, quien con una finta se quitó sin problemas a Moreno y luego sacó un derechazo cruzado que Memo Ochoa escupió al centro del área, justo donde apareció Eden, que había seguido la jugada, para que la metiera sin problemas.
El Tricolor estaba perdido, dejó de retener la pelota y empezó a padecer los continuos arribos del local. Al minuto 22, Kevin de Bruyne recibió por sector derecho, recorrió un poco al centro y sacó un zurdazo que obligó una buena atajada de Ochoa.
En los instantes posteriores, el Tricolor pudo respirar porque Bélgica bajó las revoluciones. La selección mexicana se animó, sin mucha claridad, pero con más atrevimiento. Fue así que al 37’ Hirving Lozano comandó una ofensiva por sector derecho, alzó la cabeza y puso un centro raso que iba a la llegada de Javier Hernández; sin embargo, Chicharito fue trompicado por Laurent Ciman, por lo que el árbitro no dudó en decretar el penal. Un minuto después Andrés Guardado puso el 1-1.
Sin merecerlo, México ya tenía el empate, aunque esto provocó que Bélgica se fuera otra vez al ataque. Hazard la tuvo, pero mandó su disparo a la posición de Ochoa, minutos después De Bruyne sacó un derechazo violento
que alcanzó a rozar Memo y el balón se fue a estrellar al poste.
LA EXHIBICIÓN DEL CHUCKY En el complemento, Juan Carlos Osorio tuvo que quemar su primer cambio al minuto 50 cuando ingresó Raúl Jiménez por Chicharito, quien salió lesionado. El partido tomó los tintes de la primera mitad. Era Bélgica el amo y señor del encuentro, México detrás de la pelota, tratando de arrebatársela al local. Llegaron los avisos de los Diablos Rojos. Primero Hazard se la filtró a Lukaku, quien de media vuelta sacó un tiro potente, pero muy abierto; pero al 54’ Dries Mertens —recién ingresado— apareció por derecha y sacó un centro que encontró a Lukaku que solo la tuvo que empujar.
México otra vez estaba sobre las cuerdas y otra vez sin tanto esfuerzo encontró la igualada. Al minuto 56, un pelotazo largo de Moreno le cayó al Chucky Lozano, quien con su control se la acomodó y sacó un derechazo que entró pegado al poste de la portería de Courtois. 2-2, gracias al jugador del PSV.
Sin embargo, la exhibición de Hirving entraba en su fase de ebullición. Al 60’, otra vez el Chucky tomó una pelota por izquierda, se quitó con facilidad la marca de Ciman y disparó con la derecha, Courtois se tendió para tapar el tiro, pero el rechace salió bombeado y el propio Lozano la volvió a prender de derecha para firmar un golazo.
México ya ganaba el juego, gracias al gran juego del Chucky, tan inspirado que empezó a contagiar a sus compañeros.
Osorio movió sus fichas, le dio juego a Edson Álvarez y Giovani dos Santos, por Reyes y Vela; luego entró Jürgen Damm por Andrés Guardado. Habría espacios y la selección mexicana quería aprovecharlos, pero Bélgica empató el juego antes de que el Tricolor pudiera intentarlo. Al minuto 70 Mertens desbordó por derecha y sacó un centro raso que Lukaku empujó a las redes.
Los últimos 20 minutos fueron un ir y venir para ambos equipos, los espacios abundaban y solo el que estuviera más fino podría llevarse el partido. Y al 82’ apareció otra vez Hirving, a espacio largo, dejando muy atrás a su marcador; encaró a Courtois, lo fintó, y estuvo a nada de hacer su tercer tanto del día, tal vez la guinda de un excelso partido. Instantes después se fue el Chucky y entró Javier Aquino.
El marcador no se movió y México salió con un meritorio empate frente a Bélgica gracias al gran juego de Lozano. Está claro que Chucky es la nueva estrella del Tricolor; sin embargo, será trabajo de Osorio armar un conjunto de buen nivel que pueda arroparlo y no dejarlo morir solo.