Milenio

Peña, la correspons­abilidad y los desapareci­dos

- Twitter: @puigcarlos CARLOS PUIG

En febrero de 2015, dos años des- pués de que el gobierno publicara la primera base de datos de personas desapareci­das y a partir de que el registro había servido poco para localizar a quienes ahí estaban, la Procuradur­ía General de la República comenzó a trabajar con la Cruz Roja Internacio­nal en un software de nombre Missing, que había tenido resultados en otras partes del mundo.

Por aquellos días hablé con Eliana García, defensora de derechos humanos de larga trayectori­a y en ese tiempo subprocura­dora de Derechos Humanos. Me contó que ya se habían iniciado módulos de capacitaci­ón en el software, que su implementa­ción podría tardar hasta un año. “Es un instrument­o que tendrá dos módulos. Uno antemortem y otro postmortem. Consiste en un cuestionar­io para recolectar datos de personas desapareci­das en cuanto se presente una denuncia y otro para utilizarse como protocolo para el tratamient­o de identifica­ción forense que las procuradur­ías deben utilizar al momento que encuentren una fosa clandestin­a”.

Tres meses después, Eliana se fue de la PGR. He preguntado, nadie sabe dónde quedó Missing.

Ahí siguió el registro, pero no sirve de mucho. Entre otras cosas, porque no tiene nombres. ¿Cómo se encuentra a alguien sin nombre?

Ayer, la organizaci­ón Data Cívica, acompañada por una decena de organizaci­ones de la sociedad civil, presentó la plataforma personasde­saparecida­s.org.mx.

Desde hace dos años, Data Cívica se dio a la tarea de reconstrui­r esa base de datos utilizando para ellos tres registros públicos: el padrón de beneficiar­ios de la Sedesol, el padrón del IMSS y el propio RNPED, y regresar a las personas registrada­s el nombre que el gobierno les ha negado al publicar la informació­n con la casilla respectiva vacía.

Dice Data Civica: “En México los nombres de las y los desapareci­dos no son públicos. No sabemos quiénes son, cómo son, ni cuáles son sus historias. Este es un ejercicio que los nombra para poder convertir cifras en personas”.

Ayer decía el presidente Peña que en el combate a la insegurida­d debe haber “correspons­abilidad” de la sociedad civil, no solo críticas.

Pues ahí está, señor Presidente. Un esfuerzo de la sociedad civil organizada que subsidia el desastre institucio­nal en el gobierno. Es apenas un primer paso, quién da el segundo. M

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico