La crónica es lo mejor de la literatura mexicana: Sefchovich
La investigadora revisa el género; actualmente está alucinado con la violencia, afirma
La crónica mexicana contemporánea atraviesa un gran momento, pero al mismo tiempo está “alucinada con la violencia, para describírtela, para ir y mirar las cosas que suceden y no ir más allá”, asegura Sara Sefchovich, autora de Vida y milagros de la crónica en México (Océano, 2017). “Eso le está pasando a la novela y a la crónica, y espero que pase pronto, para que llegue un tipo en el que haya algo más de lo que se ve a simple vista si yo me instalo dos semanas en Culiacán u ocho días en Ayotzinapa”, asegura la socióloga e historiadora a MILENIO.
En el libro, Sefchovich ofrece un recorrido histórico desde el Popol Vuh y Hernán Cortés, hasta los autores de hoy, con una propuesta en la que busca reestructurar nuestra idea de la literatura mexicana con la lectura de sus cronistas más notables, bajo una certeza: “Lo mejor de la literatura mexicana está en la crónica. Es un género muy mexicano: nació en un país en el que a los lectores es lo que les ha gustado recibir. Se puede decir que en América Latina es muy usado, pero en tiempos mucho más recientes. La verdadera grandeza del género radica en la preocupación que hemos tenido en la cultura mexicana por saber quiénes somos, qué es el país en el que vivimos”.
Desde la perspectiva de la también escritora, resultaba necesario reflexionar un poco más acerca del género, más allá de producir antologías que son importantes para conocer lo que se hace en un lugar o en otro: saber cuáles son las diferencia entre la crónica de un país y de otro, entre un autor y otro, entre una época y otra, “no nada más meterte en los ejemplos”. “En México tenemos excelentes novelas y poemas, pero no todas lo son; en cambio, la crónica, como género, es todo él excelente, aunque habrá algunas que no y exponentes que puedas quitar. No hablamos de individuos ni de textos aislados, sino de un género que, históricamente, es el mejor: el más completo, el más diverso, el mejor escrito”, destaca Sefchovich. En Vida y milagros de la crónica en México busca demostrar su certeza de que “lo mejor de la literatura mexicana está en la crónica”, a partir de varios conceptos que va describiendo en las páginas del libro, como el hecho de que lo que más contribuyó a su desarrollo, es que “nadie le había dado mayor importancia”.
Añade: “Quienes la escribieron no sintieron encima el peso que percibe quien hace una novela o un poema. Con la crónica no hay ese problema, nunca lo hubo, porque nadie le daba importancia al género: si Hernán Cortés le quería escribir al rey, lo hacía; si Bernal Díaz del Castillo quería contar lo que vio, lo escribía para quienes lo quisieran leer y nadie más”.
Guillermo Prieto, Luis González Obregón, Alfonso Reyes, Ricardo Pozas y Carlos Monsiváis son algunos de los autores que aparecen en las páginas del libro, quienes aprovecharon la libertad temática, en extensión, en la manera de escribir, de armar la estructura, y “eso es lo que acabó haciéndolo tan bueno”. “La crónica, a diferencia de la novela, se ha planteado recoger la realidad y mostrártela a ti como lector. En el libro explico por qué no es totalmente posible: la razón es que desde el momento en que eres intermediario entre la realidad y la palabra, simplemente con que la ordenes y la organices a partir de lo que te fijas y viene de tu cultura, de tus intereses y tu manera de ser, no va a ser toda la realidad”.
Desde la perspectiva de Sefchovich, esos autores subvirtieron el sentido de lo que era el género no solo al recoger la realidad, sino también al interpretarla y ofrecer posibles caminos para cambiar aquello que no servía. “Como decía Monsiváis: no es que todos los puntos de vista se valgan según el que tú veas; los hay que representan mejores causas para la sociedad mexicana, y esa fue su grandeza moral. Eso no lo ha hecho nadie después y no lo había hecho nadie antes”.
Vida y milagros... habla sobre un género literario o periodístico, pero al mismo tiempo responde a las necesidades de una sociedad: “Es una obsesión mexicana saber quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos, cuál es el camino. Esas preguntas las plantean desde los grandes filósofos y poetas, hasta el más elemental cronista. Por eso es un género absolutamente mexicano”, a decir de Sefchovich. m