Distraído y cansado
Hay veces que se tiene la impresión de que el jefe del Ejecutivo está distraído y cansado. No es para menos después de lo que ha tenido que sortear desde el último trimestre de 2014 (Ayotzinapa, la casa blanca y etcétera). Los yerros desdibujan la figura presidencial, en alto grado desgastada y escasamente aprobada por la ciudadanía. Resulta inverosímil que, en una sesión solemne, el Presidente confunda el país de origen de su invitado. Peña Nieto se dirigió a Tabaré Vázquez como el presidente de la República Oriental de Paraguay, no de Uruguay. Las redes sociales fueron puntuales en su trabajo haciendo viral el disparate. No es la primera vez que el mandatario se equivoca en términos geográficos. Ha confundido la capital de Veracruz (Boca del Río en vez de Xalapa) y ha “reconocido” a Lagos de Moreno (Jalisco) y a León (Guanajuato) como entidades federativas y no ciudades de esos estados.
Sin embargo, un error reciente tiene implicaciones más profundas que las anécdotas anteriores. El Presidente mostró una actitud intolerante ante algunos miembros de la sociedad civil. Se quejó de que algunas organizaciones hacen bullying contra las instituciones del Estado mexicano. María Elena Morera, presidente de Causa en Común, subrayó que la mayoría de los cuerpos e instituciones policíacas, cuya función es la seguridad, no está bien preparada, carece de los equipos mínimos indispensables y por tanto contribuye, de manera precaria, a la seguridad de la ciudadanía; se vive una guerra. Los argumentos tienen evidencia que los sostienen. Sin embargo, el presidente Peña respondió con insolencia; sintió que esa crítica lo agraviaba a él y a su gobierno.
EEn el mismo sentido, una investigación del Congreso estadunidense advierte, y se alarma, que este año será el más violento en México. Señala, además, que la estrategia anticrimen ha sido ineficaz. A pesar de que 107 de los 122 delincuentes más peligrosos han sido detenidos, la espiral de violencia no se detiene y subraya que la corrupción prevaleciente afecta directamente a los cuerpos de seguridad (Reforma, 18/XI/17).
La inseguridad y la violencia sacuden a México. No ceden pese a los esfuerzos que se hacen. La organización que encabeza la señora Morera intentó proporcionar elementos que pueden contribuir a mejorar los precarios niveles de seguridad que el país padece. Pidió, sin embargo, “no utilizar un lenguaje que profundice diferencias”, tal como el empleado por el Presidente. No se pretende la confrontación, pero “tampoco la complacencia”, remató (Reforma online, 16/XI/17). Una reunión entre el gobierno y la sociedad civil no resultó lo suficientemente constructiva por la actitud presidencial mostrada.
Peña Nieto puede que esté no solo cansado, sino distraído. La liturgia sucesoria para encontrar su candidato presidencial que sea competitivo, puede explicar, en parte, su estado de ánimo. La designación del candidato priista es compleja si se toman en cuenta las condiciones adversas que rodean al Presidente y a su partido. Por eso vale la pregunta: ¿estará cansado o distraído el Presidente? Ojalá que no, pues 2018 es un año muy complejo. Es deseable que no reproduzca el síndrome del ex presidente Fox: “Ya digo cualquier tontería; total, yo ya me voy”. M